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CUMBRE DE MADRID

Los Quince firmarán con Mercosur el primer acuerdo interregional de la UE

Xavier Vidal-Folch

Los quince jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) firmarán el viernes en Madrid el primer acuerdo "de región a región" con sus homólogos de Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Con esta firma, la presidencia semestral española cerrará su tercer gran capítulo de relaciones internacionales comunitarias, tras la Conferencia de Barcelona -que lanzó el proyecto de un espacio euromediterráneo para el año 2010- y la Nueva Agenda Transatlántica, firmada el día 3 por los presidentes Bill Cliniton, Felipe González y Jacques Santer."En la Unión Europea somos lentos, pero seguros", reconocía ayer el vicepresidente de la Comisión Manuel Marín, comentando con satisfacción manchega -un punto adusta, sin florituras-, la próxima firma del acuerdo euro-latinoamericano.

Cuando el 19 de octubre del año pasado el colegio de comisarios aprobó a instancia suya las estrategias para el Mediterráneo y Mercosur recibió más bien sonrisas condescendientes. Unos creían que el acuerdo euro-atinoamericano se eternizaría, pues venía a disputar a Washington las relaciones privilegiadas con buena parte de su patio trasero, tras la Conferencia de Miami, que lanzó el hoy interrumpido plan de ampliar al continente el acuerdo EE UU-Canadá-México. Otros veían imposible articular el área mediterránea, dadas las rencillas entre los países del sur y los focos de violencia.

Cuando luego surgió el proyecto, caldeado por España, de, actualizar la Declaración Transatlántica entre la UE y EE UU, los demás -Francia, recelosa de lo norteamericano- acabaron de hacer profesión de escepticismo. Hubo más: al avanzar este proyecto el pasado verano, hasta, Bruselas temió que la relación con Washington hiciera, peligrar la proyectada con Mercosur.

Diversificación

Ahora, la firma del viernes cerrará esta tripleta de nuevas estrategias de la UE, a completar en 1996 con una nueva para Asia. Una considerable diversificación de las relaciones exteriores comunitarias, que desactiva los temores a un monopolio de su atención por el Este. Tres de estos proyectos nacieron hace un año y cristalizan en el semestre español. Lo destaca el presidente del ]Parlamento Europeo, Klaus Hänsch, en carta al titular de Exteriores, Javier Solana, saludando "una serie de iniciativas políticas trascendentales que se han desarrollado con gran éxito a lo largo de la presidencia española", escribe refiriéndose al Mediterráneo y EE UU.

El acuerdo marco interregional de cooperación con Mercosur "inaugura la etapa de articulación de relaciones entre bloques, regionales abiertos y respetuosos con el multilateralismo de la OMC", subrayó ayer el padre de la criatura, Marín.

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Este acuerdo se asienta sobre dos patas. La política dará paso a una relación institucional permanente, con cumbres que podrían celebrarse cada dos años y reuniones anuales del Comité de Cooperación. La vertiente económica se desarrollará en dos fases. Una preparatoria, hasta el año 2001, fecha en que Mercosur culminará su propia unión aduanera. En ella, los Quince dispensarán su apoyo técnico, compartiendo la experiencia acumulada en la construcción de Europa como región. Desde iniciado el siglo XXI, la liberalización comercial será el cogollo de la asociación interregional. Aunque gradual, abarcará todas las materias, si bien con cláusulas de salvaguardia para los productos agrícolas más sensibles, que su ponen sólo el 14% del flujo comercial.

"Mercosur es una zona emergente, somos los primeros inversores, socios comerciales y donantes de ayuda al desarrollo, y se consolidará como la cuarta área mundial por su peso económico", que hoy es de 700.000 dólares anuales, destacó Marín.

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