El atentado causó 17 heridos, tres gravísimos y dos graves
El atentado causó 17 heridos. Tres viajaban dentro de la furgoneta que voló por los aires y su estado anoche era gravísimo. Otras dos personas permanecían ingresadas con pronóstico grave. Los 12 heridos restantes fueron dados de alta por la tarde.Los tres funcionarios de la Armada que iban en la furgoneta y por cuya vida temían anoche los médicos son: Pedro Díez Bustabad, de 49 años, que sufrió quemaduras graves en la cara, fractura de huesos en ambas piernas e intoxicación. Fue ingresado en el hospital Clínico; Manuel García Muñoz, de 40 años, ingresado en el hospital Universitario de Getafe con quemaduras en el 30% del cuerpo, intoxicación y traumatismo craneal, y Fidel Rincón, Moreno, el tercero de los empleados, que fue trasladado al Gregorio Marañón con quemaduras de primer y segundo grado, fracturas múltiples y estallido del ojo izquierdo.
Transeúntes heridos
Los dos transeúntes que pasaban por el lugar de la explosión y que anoche permanecían ingresados son, Miguel Ángel Puerta Climent, de 36 años, atendido por los médicos del Doce de Octubre y de pronóstico grave, y María Antonia Rosa Estruch, que presentaba heridas en el hombro izquierdo y en las piernas. Los médicos que la atendían anoche en el Gregorio Marañón no temían por su vida, aunque también calificaron su estado de grave. Además, en el Gregorio Marañón se atendieron otras seis personas, que fueron dadas de alta: Ángel García González, con heridas leves en la pierna; Concepción Fernández Naranjo, con. heridas en la. cara; Basilia Vargas Campos, que estaba embarazada de ocho meses; Alejandro Pastor Millán, con heridas por cristales en la cara; Dolores Jiménez Motos, con crisis de ansiedad leve, y Javier Rodríguez Arroyo, con cortaduras de cristales.
El hospital Ramón y Cajal se encargó de Maria José Ferreira Cerviño, de 38 año,que ingresó con impacto de metralla en el hombro izquierdo y fue dada de alta.
En el centro hospitalario del Doce de Octubre ingresaron los siguientes heridos: José Palomar Rodríguez, de 52 años; Manuel Vargas Campos, de 12; Araceli Campos García, de 52 y Aurora Bailón Ortiz, de 61. Todos fueron dados de alta. El último de los heridos leves que anoche pudo dormir en su casa es María Eugenia Romero Calabras, de 45 años, que fue atendida en el hospital de La Princesa.
Al Gregorio Marañón acudieron por la tarde, además, otras tres personas con arritmias cardíacas o heridas leves. Una de ellas, Paloma Hesles, de 33 años, iba en un coche situado detrás de la furgoneta. "Fue un horror de humo y cristales rotos. Me tapé la cara con los abrigos y salí del coche como pude", relata.
"Luego volví al coche a buscar el bolso y entonces fue cuando me fijé en tres personas calcinadas. A pesar de todo el desastre, y lo siento por los muertos, claro, en el fondo, he tenido muchísima suerte: se puede decir que esta tarde he nacido otra vez", concluyó la mujer herida.