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La policía investiga si un coche hallado en Hondarribia fue usado en el 'caso Lasa-Zabala'

La policía registró hace dos semanas una finca de Hondarribia (Guipúzcoa), al sopechar que en ella había un Renault 12 presuntamente relacionado con el secuestro y asesinato De los supuestos etarras José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala en octubre de 1983. En la finca, propiedad de un pintor ya fallecido, se encontraron una vieja moto y dos automóviles, uno de ellos similar al usado en el caso Lasa-Zabala. El vehículo está precintado por orden del juez Carlos Bueren. Fuentes de la investigación señalan que se está a la espera de diversos estudios técnicos, aunque creen que no se obtendrán nuevos datos sobre el caso que se atribuye a los GAL.

Numerosos efectivos policiales registraron esa vivienda de Hondarribia y hallaron dos vehículos, uno de ellos con matrícula de San Sebastián correspondiente a la serie H.El caso Lasa-Zabala ha derivado hasta esa villa en el curso de las pesquisas que se están realizando sobre 10.000 coches de Guipúzcoa con matrícula de la serie H. En un automóvil de estas características viajaban los individuos que en la noche del 16 de octubre de 1983 merodeaban por la calle Pannecau de Bayona (Francia).

Un amigo de Lasa y Zabala declaró en su día que ese R-12 estuvo parado cerca de un minuto en aquel lugar y que sus ocupantes estaban mirando continuamente al grupo, lo que hizo sospechar a aquellos que se trataba de policías o guardias civiles. El amigo de los dos presuntos etarras describió al conductor como un hombre de "bigote negro y ancho".

Los cadáveres de Lasa y Zabala fueron hallados dos años después enterrados en un hoyo de Busot (Alicante), aunque su identificación no se produjo hasta el presente año.

Las investigaciones policiales y judiciales apuntan a la presunta implicación de dos ex guardias civiles del cuartel de Intxaurrondo (Guipúzcoa).

Durante el registro de la villa Polita Enea, la policía se incautó de un dietario de la propietaria y comprobó que también había ejemplares del diario El Alcázar, así como recortes sobre la guerra sucia contra ETA, según fuentes policiales.

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La villa de Hondarribia, fue registrada en presencia del secretario del juzgado de Irún. Esa operación, según comunicaron los policías a uno de los propietarios, está relacionada con las investigaciones que se siguen en torno a la desaparición y posterior asesinato de los tolosarras Lasa y Zabala.

La casa pertenece a la familia Sánchez Guardamino y en ella residieron el matrimonio y sus diez hijos. El padre, Inazio Sánchez Guardamino, estaba impedido y falleció hace diez años; su esposa murió hace dos. La casa quedó deshabitada hace cinco años.

Uno de los hijos del pintor manifestó a EL PAÍS que el registro les sorprendió. "Es un tema que nos caído sin tener idea de nada. Los coches dejaron de funcionar hace tiempo y desde entonces han estado parados", declaró.

La policía procedió a tomar huellas en un R- 12 granate, con matrícula SS-0518-H, que se encuentra aún estacionado junto a la casa. "Les dije que las huellas que podían encontrar serían las mías y muchos pelos de perros que utilizaban el coche como caseta", indicó el hijo del propietario.

La familia asegura que no tiene ninguna relación con las personas a la que se vincula al caso Lasa-Zabala. Lo que más le molesta es que la policía se incautara de unas antiguas agendas de su madre. "Son dietarios en los que ella escribía todo lo que sucedía cada día; yo creo que no sabían lo que buscaban", se quejó un portavoz.

La villa Polita Enea está situada cerca del cuartel de la Guardia Civil de Hondarribia, localidad donde los Sánchez Guardamino tienen otras propiedades.

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