El autor del asesinato afirma ante el juez que contó sólo "con la ayuda de Dios"
El gran ausente fue el líder palestino, Yasir Arafat, con el que Rabin negoció la paz. Por motivos de seguridad permaneció en Gaza y siguió la ceremonia por televisión. Pero sí acudieron los principales líderes occidentales y los jefes de Estado de los dos países con los que Israel ha firmado la paz: el egipcio Hosni Mubarak y el rey Hussein de Jordania. Yigal Amir confesó ayer su crimen ante los jueces y aseguró que su única ayuda fue la de Dios, aunque algo debieron contribuir las balas con la punta rectificada que le entregó su propio hermano.
Las ciudades secretas de la antigua Unión Soviética aún no están en los mapas, pero ya comercian con el mundo exterior. Son 35 en total, y en estos centros de máxima seguridad viven unos dos millones de personas; entre ellas, los científicos de élite de la superpotencia, hoy convertidos en profesionales insatisfechos y mal pagados. El régimen comunista las fundó en los años cuarenta y principio de los cincuenta para producir y mantener su armamento, incluido el nuclear.
El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, manifestó ayer que ha sido "una mala suerte para España" que el caso GAL no haya podido ser controlado como en los países del entorno europeo que han tenido casos de contraterrorismo similares. El fundador del PP recordó las denuncias contra la actuación de las fuerzas británicas en Irlanda del Norte y la lista de suicidios de la Fracción del Ejército Rojo en las cárceles alemanas.