_
_
_
_
_
SALUD

Control y prevención

Manuel Fidalgo, ingeniero de minas y jefe del servicio de investigación técnica sobre el polvo de carbón del Instituto Nacional de Silicosis, asegura que "las patologías respiratorias de origen laboral no se han controlado ni estudiado a fondo". Su departamento, compuesto por ingenieros de minas, químicos, personal de laboratorio y especialistas en electrónica, realiza una labor de investigación, control y prevención del polvo del carbón, con 17.000 muestras anuales tomadas en explotaciones que permiten orientar a las empresas para reducir los riesgos de silicosis. Alrededor de 30.000 trabajadores están expuestos en España a algún tipo de neumoconiosis. En su doble vertiente, los técnicos del instituto dan el visto bueno, o rechazan, los aparatos de prevención del polvo del mineral. Parte de los estudios son financiados con fondos de la UE. Los ruidos en el interior de las minas, como resultado de la mecanización, y el estudio de las partículas de polvo, que expulsan los motores Diesel, son otras vías de investigación.Desde hace 16 años, 3.000 mineros de Hunosa (Asturias) que iniciaron su vida laboral en esta explotación pública son estudiados por el instituto para conocer con exactitud la aparición o evolución de la silicosis. Cada cuatro años se les realiza, un reconocimiento médico específico, al margen de otras pruebas de esfuerzo y frecuencia cardiaca en el trabajo.

Más información
El ahogo en las minas

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_