Residencias de la tercera edad
Como asidua lectora de su periódico, me dirijo a usted para romper una lanza en favor de las tan denostadas residencias de la tercera edad, que la mayoría de las veces, sin razon, no son bien tratadas por los medios de comunicación.Hace cinco meses que a mi marido se le diagnosticó un cáncer de colon del que no pudo ser intervenido más que parcialmente porque no se podía hacer más; me encontré con el dilema de atender en casa a un enfermo que, además de la descrita, reunía una serie de, patologías que, necesitaban de cuidados intensivos, o bien ingresar a mi marido en una residencia donde le ofrecieran la atención que requería. Desde aquí quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todo el personal de la residencia Santa Matilde, especialmente a sus directores, Juan Antonio Moya y Julia Montesinos, así como a todo el cuadro médico y asistencial, que con tanto cariño y abnegación han tratado durante tan largo periodo de tiempo a mi marido hasta su fallecimiento.
He convivido durante todos los días de estos cinco meses con todas las personas de la residencia, y he de decir que hasta que no se vive no se sabe la labor callada y abnegada que se realiza con los residentes, y que por mucho que se quiera nunca podrá ser compensada más que con el cariño y la admiración.-
