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Este Tour es de Indurain

Todos los favoritos reconocen que no hay posibilidad de superar al corredor navarro

Luis Gómez

Alex Zülle dice que tiene un 1% de posibilidades de ganar el Tour; Laurent Jalabert, que no cree en milagros, y Marco Pantani habla de dinamitar la clasificación con un ataque de largo alcance en el que intervenga también Chiappucci. ¿Qué quiere decir dinamitar? ¿Quiere decir llegar hasta Induráin?, le preguntaron. "No", aclaró el corredor italiano, "Induráin está fuera de la clasificación". El líder, naturalmente, fue comedido. "A mí me gusta ir día a día, éste es el momento de defender lo que tengo". Los. protagonistas se tomaron ayer un respiro. Hablaron fuera de la carretera. La conclusión fue obvia: este Tour es de Induráin. "A mí no me preocupa que este año las diferencias sean menores a las del año pasado. Lo único que me interesa es llegar de amarillo a París. Con eso tengo bastante". Para Miguel Induráin este Tour sigue las previsiones, aunque reconoce que los rivales han cambiado. "Ahí están Zülle, Riis y Jalabert. Rominger era el más completo de mis rivales y Chiappucci el más batallador. Zülle es más joven. No sé..., ahí lo tengo siempre detrás de mí todo el día, así que tengo uno menos al que controlar".

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Induráin calificó al ONCE como mejor equipo de esta carrera: "Pueden mover varios peones porque están bien colocados, pero creo que están pagando el esfuerzo de otros días. De fuerza creo que andan un poco justos".

Tony Rominger, por su parte, recibió la visita de su familia. Su intención es la de terminar el Tour por encima de la posición que ocupe. No quiere dar la impresión de ser un corredor que se retira de la competición en cuanto le van mal las cosas. El corredor suizo y líder del Mapei no tiene duda de que el esfuerzo del equipo en el Giro les ha pasado factura a muchos corredores. "Salvo Chiappucci y yo, los que vienen del Giro se han venido totalmente abajo. A nosotros nos ha venido muy bien nuestro carácter y nuestra experiencia", agregó.

La jornada de descanso no se safió de la rutina. El que pudo, hizo un trabajo suave (y eso significa unos 100 kilómetros de paseo) y el que no está para muchos trotes, caso de Rominger, limitó la jornada a media hora de trabajo en bicicleta.

Sin rivales

Induráin convocó a toda la prensa después del almuerzo. Nadie, ni siquiera él mismo, pudo señalarle un rival determinado. Se habló del ONCE en conjunto, pero no de un corredor. Se habló de Pantani como posible ganador de la etapa reina, pero Induráin intervino enseguida para matizar que no es el mismo del año pasado. Y se habló de que llegados a este punto, la jornada de descanso, la situación es la misma en los cinco últimos Tour, con Induráin situado como virtual ganador. "Sí, desde luego: y que no cambie", fue toda su respuesta. Induráin volvió a insistir en que su preparación ha sido un éxito, "porque noto que he llegado con más fuerza al Tour, y eso se aprecia sobre todo en los finales de montaña".

Puestos a no encontrarle rivales en este momento, Miguel Induráin estrenó algunas preguntas sobre su futuro. Y quien dice futuro habla de retirada. El líder dejó bien claro que su final está próximo, que irá al Tour siempre y cuando tenga la ilusión y la capacidad de ganarlo.

"No sé cuándo me retiraré, pero sé que llevo ya muchos años a un alto nivel; ¿32, 33 o 34? No sé cuándo será. Si quisiera venir al Tour sólo porque me gusta podría alargar más mi carrera, pero no va a ser ése mi caso".

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