Gobierno y PP se reprochan mutuamente su incapacidad para generar ilusión
El Gobierno y el PP cruzaron ayer críticas y acusaciones, tras los mítines preelectorales del domingo en los que participaron el jefe del Ejecutivo y secretario general del PSOE, Felipe González, y el líder del mayor partido de la oposición, José María Aznar.Un portavoz del Gobierno aseguró que los populares apelan a los votantes desilusionados del partido socialista porque ellos son incapaces de generar ninguna ilusión, mientras dirigentes del. Partido Popular interpretaron que el PSOE ha insultado a la oposición porque no tiene nada que ofrecer al electorado:
El presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga, calificó en los pasillos del Senado de "bajeza" la actitud de González, del que dijo que ha comparado a sus adversarios políticos con los cerdos. El presidente del Gobierno había recordado el calificativo de "jabalíes" que aplicó el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, a algunos dirigentes del Partido Popular y añadió que todos saben que los jabalíes son cerdos salvajes.
Táctica de división
El vicesecretario general de los populares, Mariano Rajoy, declaró que Felipe González ha empezado la campaña con insultos a los adversarios "no por improvisación o acaloramiento", agregó, "sino en una táctica diseñada para dividir a los españoles".
Por su parte, el secretario general de Relaciones con las Cortes, Enrique Guerrero, dedicó la habitual reunión informativa de los lunes por la mañana en el palacio de La Moncloa a atacar al Partido Popular e interpretar el mitin celebrado en Madrid por el PSOE.
Según Enrique Guerrero, las propuestas programáticas presentadas por Aznar la semana pasada "se están cayendo a pedazos". Guerrero aseguró que el llamamiento de Aznar a los votantes desilusionados del PSOE refleja "la aceptación en el PP de su incapacidad para generar ilusión" y vaticiné que no tendrá efecto.
El portavoz gubernamental declaró también que el último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas, que atribuye a a los populares una ventaja superior a siete puntos en intención de voto sobre los socialistas, pone de relieve el estancamiento del partido de Aznar desde las elecciones europeas del año pasado.
