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Benegas facilitó datos a Martín Villa para detener a un 'comando ultra'

Luis R. Aizpeolea

José María Benegas proporcionó a Rodolfo Martín Villa, en la etapa de éste como ministro del Interior con el Gobierno de Adolfo Suárez, información que permitió la detención de un comando de ultraderecha. Sucedió en 1979, cuando Benegas era titular de Interior del Consejo General Vasco, el Gobierno preautónomo del País Vasco, que presidió el socialista Ramón Rubial. El actual secretario de Relaciones Políticas del PSOE asegura que la actuación de Rodolfo Martín Villa como ministro del Interior fue impecable y desarticuló el comando ultraderechista.

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Benegas trata de cortar con este testimonio lo que, a su juicio, es una falsa polémica sobre las presuntas responsabilidades de los distintos gobiernos democráticos en las tramas antiterroristas. El secretario de Relaciones Políticas del PSOE afirma que ni los gobiernos de UCD ni los del PSOE tuvieron responsabilidades en esas tramas.La polémica se inició cuando en el debate sobre el estado de la nación del 8 de febrero, el presidente del Gobierno, Felipe GonZález, aseguró que las tramas anti-ETA nacieron en 1975, esto es, al final del franquismo, y terminaron en 1987, durante el mandato socialista, si bien liberó de responsabilidad a todos los gobiernos democráticos. Esta declaración de González suscitó el malestar del ex ministro del Interior Rodolfo Martín Villa y del ex presidente del Gobierno de la UCD Leopoldo Calvo Sotelo, que se sintieron aludidos por tal afirmación. Ambos temen que los socialistas tratan de envolverles con una maniobra política para salir del acoso al que se ve sometido el Gobierno con la reapertura del caso GAL por el juez Baltasar Garzón.

La hipotética responsabilidad de los gobiernos democráticos en las tramas antiterroristas es una cuestión no resuelta por los jueces. Todos los gobernantes del pasado y presente lo niegan. Pero una parte de este embrollo, la referente a la continuidad o no de las tramas anti-ETA, está resuelta por el simple recurso a la memoria histórica. La existencia de un hilo conductor entre todas las tramas anti-ETA, desde el tiempo en que gobernaba el franquismo hasta el PSOE, pasando por la UCD, aparece probada. "Son los mismos que antes", contestó el ya ex ministro de Interior de UCD Juan José Rosón, poco antes de fallecer, a un conocido político vasco que le preguntó quién se encontraba detrás de los GAL.

Las tramas anti-ETA surgen entre 1974 y 1975, al final del franquismo. Este dato lo reconoce el que fue ministro de Franco Laureano López Rodó en sus memorias. Desde entonces existe un hilo conductor entre todas estas tramas, desde el Batallón Vasco Español (BVE), que funcionó en una etapa de los gobiernos de UCI), especialmente de 1978 a 1981, hasta los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), que actuaron durante los primeros años del mandato socialista, de 1983 a 1987. Ese hilo conductor tiene un nombre especialmente conocido: Jean Pierre Chérid.

El proceso de Pau

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Las investigaciones de los periodistas Ricardo Arqués y Melchor Miralles sitúan a Chérid como un personaje clave de los servicios de información españoles ya en 1974. Organiza las acciones más importantes del Batallón Vasco Español (BVE) entre 1978 y 1981 y en 1983 está en el centro de la organización de los GAL, en estrecho contacto con el policía José Amedo.

Dos de los mercenarios más importantes de los GAL -Christian Hitier y Jean Philippe Labade- son reclutados por Chérid. Frente a la idea comúnmente extendida de que el BVE fue casi una entelequia, cabe destacar que ejecutó cerca de una veintena de asesinatos y, además, de carácter más selectivo que los GAL, entre ellos el de algunos dirigentes de ETA militar.

El proceso de Pau, celebrado en la primavera de 1988, pone de relieve las relaciones entre el BVE y los GAL a través de las manifestaciones del perito en balística citado por el tribunal francés. El hilo conductor son 25 cartuchos del calibre 9 corto, fabricados por la empresa española Santa Bárbara en Toledo. Los cartuchos se encontraban en poder de los mercenarios de los GAL Jean Philippe Labade y Patrick de Carvalho.

Los precedentes de esta munición, según afirmó el perito en balística ante el juicio, fueron dos: el asesinato del refugiado vasco Justo Elizarán, perpetrado el 3 de septiembre de 1979, y el tiroteo contra el bar Hendayais, el 13 de noviembre de 1980, en la localidad fronteriza, en el que fallecieron dos ciudadanos franceses. Ambos asesinatos fueron reivindicados por el BVE y organizados por Jean Pierre Chérid, el hombre clave de Amedo en los primeros meses de los GAL. Jean Philippe Labade sustituyó a Jean Pierre Chérid cuando éste falleció, en la interlocución con Amedo. Labade fue acusado del asesinato de Xabier Pérez Arenaza, cuñado del entonces máximo dirigente de ETA militar Txomin Iturbe, en Biarritz, el 23 de marzo de 1983, sólo cuatro días después del fallecimiento de Chérid.

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