Escasos avances en Río hacia el alto el fuego
En el segundo día de negociaciones para poner fin al conflicto Perú-Ecuador, los delegados de los países garantes del Protocolo de Río de Janeiro parecían haber avanzado muy poco ayer en el camino hacia el alto el fuego. Representantes de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos reunidos en la sede de la cancillería brasileña en Río de Janeiro, discutieron sin éxito diversas fórmulas de pacificación.. Mientras las agencias internacionales de noticias anunciaban que Perú desencadenaba nuevos ataques en la región de la cordillera del Cóndor, el vicecanciller brasileño Sebastiâo do Rego Barros destacaba "el espíritu positivo [de los beligerantes] para volver a tener una coexistencia pacífica".
Las conversaciones continuaban anoche. A pesar del hermetismo de, las negociaciones, parecía evidente que había un impasse.
El secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Asuntos Latinoamericanos, Alexander Watson, admitió durante un descanso de la reunión las dificultades. "No quiero formular acusaciones" dijo, "pero es una situación difícil para todo el mundo".
Perú dice estar dispuesto a continuar la batalla diplomática, pero sin retroceder en el frente militar. Ésta es la postura oficial de la Cancillería de Lima, que coincide con las informaciones sobre nuevos combates.
El martes por la noche (madrugada de ayer en España) prosiguieron los enfrentamientos en el valle del río Cenepa, donde la aviación peruana atacó posiciones ecuatorianas, según informó ayer el diario El Comercio.
El Gobierno del presidente Alberto Fujimori descarta decretar un alto el fuego "mientras las tropas ecuatorianas permanezcan en territorio peruano" y se propone más bien suspender el actual despliegue de sus fuerzas armadas, que se retirarían a una franja situada a más de ocho kilómetros de la frontera.
