Cartas al director

Taxistas asesinados en Madrid

Soy Ana Sancho García, sobrina de Felipe García Fernández; uno de los taxistas asesinados el pasado día 21 de noviembre de 1994. Me dirijo a ustedes porque me siento verdaderamente indignada por las sucesivas cartas que he leído en esta sección desde el mencionado día.

No puedo entender cómo podemos ser tan poco humanos y solamente pensar en "los monumentales atascos provocados voluntariamente por los. taxistas madrileños". Creo que este asunto es mucho más profundo que todo esto. ¿No creen?

Les diré que mi tío era una persona que tenía un taxi y una licencia porque hace algunos ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Soy Ana Sancho García, sobrina de Felipe García Fernández; uno de los taxistas asesinados el pasado día 21 de noviembre de 1994. Me dirijo a ustedes porque me siento verdaderamente indignada por las sucesivas cartas que he leído en esta sección desde el mencionado día.

No puedo entender cómo podemos ser tan poco humanos y solamente pensar en "los monumentales atascos provocados voluntariamente por los. taxistas madrileños". Creo que este asunto es mucho más profundo que todo esto. ¿No creen?

Les diré que mi tío era una persona que tenía un taxi y una licencia porque hace algunos años la empresa (en la que había trabajado toda la vida) cerró y con sus años era difícil encontrar otro trabajo.

Más información

Solamente estaba haciendo eso, trabajando, cuando un individuo le mató simplemente por que le apetecía.

No sé si es posible explicar lo que siento en unas líneas escritas a máquina, pero les diré que es una mezcla de impotencia, dolor y rabia, que me hacen sentir que vivo en un país y, más concretamente, en una ciudad donde las personas no tienen sentimientos humanos, una ciudad donde nos estamos convirtiendo en máquinas que sólo les importa llegar a la hora prevista a un lugar determinado. Creo sinceramente que la vida de dos personas se merece llegar un poco más tarde a nuestras citas diarias.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Por último, les diré que yo también pensaba que estas cosas no me iban a pasar a mí, que les pasaban a otros; pero no es así le puede pasar a cualquiera, y, desde la cruda realidad que mi familia vive en estos días, les puedo decir que para mí es lo peor que te puede pasar en la vida, porque a mi tío le han matado, y digo le han matado (no se ha muerto), a sangre fría y sin ningún motivo, simplemente por capricho.-

Archivado En