_
_
_
_
_

El Gobiemo gira ahora hacia el cable

Tras muchos aplazamientos, Serra acelera en las 'autopistas de la comunicación'

Tras elaborar más de cinco borradores en los dos últimos años, el Gobierno, por boca de su vicepresidente, Narcís Serra, ha anunciado que el proyecto de ley de regulación del cable será enviado al Parlamento antes de que termine este mes. Para el próximo martes ha sido convocado el Consejo Asesor de Telecomunicaciones, un órgano que reúne a la industria, las autonomías, las asociaciones de usuarios y las cadenas de radio y televisión, con el fin de consultarles sobre las últimas modificaciones.Si prospera el punto de vista actual del Gobierno, Telefónica será el gran operador de cable, con capacidad para estar presente en todo el territorio. La compañía, que hasta el presente mantiene. el monopolio de la telefonía, podrá construir una red en cada demarcación y también comercializar a través de ella servicios propios de televisión y los llamados multimedia. El mismo proyecto de ley prevé la creación de al menos otro operador por cada demarcación territorial.

Columna vertebral

El Ejecutivo asigna ahora al cable una importancia central en el desarrollo de las telecomunicaciones. Sobre el cable se apoyará la liberalización del sector y será la columna vertebral, la base para las reformas estructurales de las telecomunicaciones.Para ello se propone compensar el retraso en la ordenación de este sector -calculado por los expertos al menos en cinco años con relación a otros países de la Unión Europea- con la asignación a este instrumento de comunicación de todos los servicios, tanto los ya consagrados, caso de la telefonía, como los nuevos asociados a la televisión y a la transmisión de datos y las conexiones entre ordenadores.

Lo que iba a referirse exclusivamente a la televisión por cable se ha transformado en "proyecto de ley de telecomunicaciones por cable", título más ambicioso. También es ambiciosa en sus pretensiones. José Borrell, ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, vende esta ley como "la más avanzada de Europa como vehículo legal de las nuevas autopistas de la comunicación".

Desde la oposición, los sucesivos borradores que se han hecho públicos han recibido las críticas frontales del Partido Popular, que no admite, entre otras cosas, el protagonismo que va a tener Telefónica en la configuración del cable. Los populares han anunciado esta misma semana (véase EL PAS del martes día 8) que presentarán una enmienda a la totalidad de la ley del cable del Gobierno.

Una de las últimas novedades introducidas en el borrador consiste en eliminar la figura del "operador sin red", es decir, de empresas capacitadas para explotar la red de cable sin ser propietarias de la misma. Al desaparecer esta figura, los propietarios de redes estarán obligados a dar acceso a un número de suministradores de programas o servicios, que no ha sido concretado todavía.

Hay muchas empresas nacionales y extranjeras interesadas desde hace tiempo en que se abra la veda para poder cazar en la gran tarta del cable. Se trata de una industria que exigirá inversiones muy importantes (más de medio billón en los próximos cinco años), según los presupuestos previstos por algunos de los 10 grandes consorcios que ya están creados.

España se presenta como uno de los mercados más atractivos para el negocio del cable, según manifiestan algunos operadores extranjeros dispuestos a invertir aquí. Existen 11,5 millones de hogares, de los que se considera posible cablear en torno a ocho millones

Según estimaciones difundidas en su día por US West, empresa norteamericana que se prepara para invertir en España, conectar 6,5 millones de hogares supondría una inversión de 700.000 millones de pesetas. Para ello se tardaría entre cinco y siete años.

En palabras de Javier Nadal, director general de Telecomunicaciones, el plazo para la implantación de los nuevos servicios que pueden llegar a través del cable no será, en ningún caso, menor de tres años, tiempo que tardará en instalarse la nueva red de cable (se entiende que será la red del segundo operador, porque Telefónica ya posee una infraestructura de red muy avanzada y empezará a operar a finales de 1995).

En la actualidad reciben señales de televisión por cable (a través de los vídeos comunitarios y empresas menores de cable) unos 145.000 hogares españoles. Las previsiones de la Dirección General de Telecomunicaciones señalan que habrá una penetración del 50% de hogares cableados en 10 años y un 10% de abonados.

Todos los expertos consultados creen que el modelo español de autopistas de la información se basará en que Telefónica pueda disponer de la mayor y más potente red y explotar todos los servicios multimedia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_