Washington aún desconfía de la capacidad de rearme de Bagdad

La Casa Blanca acogió ayer favorablemente el reconocimiento por parte del régimen de Bagdad de la soberanía de Kuwaití y la inviolabilidad de sus fronteras, pero mantuvo una actitud de cautela y desconfianza hacia Irak. "Si todo esto es verdad en la práctica y no son sólo palabras, es positivo", señaló Dee Dee Myers, la portavoz del presidente Bill Clinton. "Pero hay todavía un cierto número de elementos en las resoluciones de Naciones Unidas que Irak debe cumplir antes de que podamos siquiera discutir el levantamiento de las sanciones", agregó.Dee Dee Myers concretó los asuntos pendientes y dijo que además del reconocimiento de Kuwait, hace falta que Irak "libere a los presos políticos, devuelva propiedades confiscadas y desmantele sus programas de armas". Además de las obligaciones Señaladas, tanto EE UU como Kuwait han reclamado que Irak debe respetar los derechos de las minorías kurda y shií en el norte y el sur del país, respectivamente.

La postura norteamericana ya fue subrayada por Madeleine Albright, embajadora ante la ONU, cuando el ministro ruso de Exteriores, Andréi Kózirev, acudió a Nueva York en octubre para anunciar al Consejo de Seguridad la voluntad del régimen iraquí de reconocer la soberanía de Kuwait y respetar sus fronteras.

En la reunión que el próximo lunes celebrará el Consejo de Seguridad de la ONU se revisará, como ocurre cada seis meses, la situación de las sanciones. Hasta el momento, no hay ningún indicio de que EE UU y el Reino Unido se dispongan a suavizar su postura tras cuatro años de bloqueo, a pesar de las presiones de Rusia.

En la misma línea de cautela que Washington, el ministro de Exteriores británico, Douglas Hurd, dijo ayer que el reconocimiento de Kuwait es un paso adelante, pero que quería estudiar atentamente la declaración de Sadam.