Un suceso no tan inoportuno

El intento de robo en la estafeta de correos de Newry, en Irlanda del Norte, que se ha saldado con la muerte de uno de los funcionarios que trabajaban en ella, abre nuevos interrogantes al proceso de paz en el Uster.Si, como la policía norirlandesa ha asegurado, los tres implicados en el grave suceso son miembros del IRA, queda fuera de dudas que la tregua iniciada el 1 de septiembre pasado está rota.

La propia escenografía del suceso permite albergar toda clase de sospechas a este respecto. La preparación del golpe, con los tres implicados a bordo de una furgoneta del servicio de Correos y vestidos con el uniforme de los carteros, demuestra una premeditación y una cualificación que no desmerece. a la de los viejos atentados cometidos por los terroristas.

Sin embargo, ayer, ninguna de las autoridades implicadas en este delicado proceso de paz se atrevió a calificar de manera rotunda el suceso. Patrick Mayhew, ministro para Irlanda del Norte, se limitó a expresar su dolor e indignación por el asesinato de Frank Kerr, y el primer ministro irlandés, Albert Reynolds a retirar la medida de gracia que estaba dispuesto a otorgar a nueve presos del IRA encarcelados en su país.

Sin embargo, todas las miradas están en estos momentos fijas en Gerry Adams, presidente del Sinn Fein, rama política del IRA, que ayer apareció visiblemente afectado por el atentado.

Puede que todo haya sido un desgraciado incidente protagonizado por un grupo de incontrolados, y no directamente por el IRA. De ser así, el Gobierno británico ha logrado sacar un sustancioso beneficio de lo ocurrido: la suspensión, siquiera temporal, de la liberación de presos del IRA, que había provocado una áspera y generalizada protesta en el Ulster y en el Reino Unido.