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El PSOE cántabro desoye a su dirección y plantea no apoyar al centro-derecha

Jaime Blanco, guerrista y líder de los socialistas cántabros, no regalará al PP el acceso a la presidencia de la comunidad autónoma. Blanco insistió ayer en la necesidad de un gobierno de coalición y advirtió que será la ejecutiva regional de su partido, y no la federal, quien decida, si apoyarn o no a un candidato de centro-derecha para sustituir a Juan Hormaechea. El popular José Luis Vallines parece descartado. De no haber acuerdo, las recomendaciones de Felipe González quedarían en papel mojado y Blanco se saltaría, por segunda vez, la voluntad del número uno socialista.

El líder de los socialistas cántabros presentó el año pasado una moción de censura contra Hormaechea apoyándose en diputados tránsfugas, en abierta contradicción con las recomendaciónes de González. Blanco retiró, hace dos días, su candidatura a la presidencia de Cantabria.El grupo socialista, integrado por 16 diputados, estaría dispuesto a votar en contra del candidato del centro-derecha, el Popular José Luis Vallines, según trascendió ayer en la Asamblea regional. Esta actitud impediría su elección, ya que los ocho representantes de la Upca, el partido de Hormaechea, insisten en mantener a su candidato, Vicente de la Hera.

La debilidad de la candidatura de Vallines que parecía contar con el respaldo de los socialistas mediante su abstención, fue aprovechada ayer por Blanco para sembrar confusión: ·"No se pueden aventurar posiciones. Por ejemplo, el candidato 'irrenunciable' del centro-derecha parece hoy ya renunciable". Mientras Blanco hacía estas declaraciones, fuentes del PP admitían la posibilidad de buscar sustituto a Vallines.

Blanco mostró su sorpresa por determinadas informaciones periodísticas, en clara referencia a las que apuntaban que la ejecutiva federal del PSOE había decidido en Madrid permitir que saliera adelante la candidatura de Vallines. "La capacidad de decisión la tienen", puntualizó, "la ejecutiva del partido en Cantabria y el grupo parlamentario con total capacidad autónoma".

"Nosotros seguimos pensando", prosiguió, "que la solución para Cantabria pasa por un Gobierno de coalición. Lo que ocurre es que las otras fuerzas políticas no quieren dialogar con los socialistas, cuya lista fue la más vtada en las últimas elecciones.

El líder socialista envió al centro-derecha el siguiente mensaje: "Que se pongan de acuerdo porque para eso cuentan con 21 diputados. Nos hemos retirado para que sea la derecha la que forme Gobierno, lo cual, por lo visto, ha creado un problema que no son capaces de resolver".

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Blanco volvía a insistir en que su grupo no tolerará que le hagan la política desde ningún otro despacho que no sea la sede de su partido en Santander o los que ocupamos aquí, en la Asamblea".

Ataques de Hormaechea

Mientras tanto, Hormaechea, en una borrascosa tertulia en Onda Cero, reiteraba que el nuevo presidente debe ser aquél que se reflejó en los resultados de las elecciones de 1991, todavía vigentes; obtuvimos 15 diputados por seis el PP, y el pacto a que llegamos permitió al centro-derecha gobernar en la diputación y en el Ayuntamiento de Santander".En el áspero coloquio, Hormaechea, condenado a seis años de cárcel y 14 de inhabilitación por malversación y prevaricación, se calificó a sí mismo como "eminente jurista que aprobó con matrícula todas las asignaturas" y puso en duda que España sea un Estado de derecho al hallarse gobernada por los socialistas, aunque enseguida matizó sus palabras admitiendo que se trata de un "Estado de derecho viciado".

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