Reportaje:INVESTIGACIÓN

Los baños en el mar pueden causar males aunque el agua esté 'limpia'

La creencia de que los baños en el mar pueden causar enfermedades está ampliamente extendida, pero ha sido difícil hallar las pruebas científicas que ligan causa y efecto. La introducción de normas oficiales referentes a la calidad del agua en la que poder bañarse, basadas en el número de bacterias (fecales) del agua residual, ha venido a tranquilizarnos. Sin embargo, un equipo de investigadores del Reino Unido y Estados Unidos, dirigido por el profesor David Kay, ha encontrado pruebas de que estas normas están basadas en un tipo erróneo de bacterias y que los baños en el mar, incluso cuando e...

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La creencia de que los baños en el mar pueden causar enfermedades está ampliamente extendida, pero ha sido difícil hallar las pruebas científicas que ligan causa y efecto. La introducción de normas oficiales referentes a la calidad del agua en la que poder bañarse, basadas en el número de bacterias (fecales) del agua residual, ha venido a tranquilizarnos. Sin embargo, un equipo de investigadores del Reino Unido y Estados Unidos, dirigido por el profesor David Kay, ha encontrado pruebas de que estas normas están basadas en un tipo erróneo de bacterias y que los baños en el mar, incluso cuando el número de bacterias está por debajo del permitido, pueden ocasionar enfermedades.Otro problema era que no siempre se sabía el número de bacterias que había en un momento y lugar concretos. También deben ser investigados y tenidos en cuenta otros factores de riesgo.

El profesor Kay, del Centro para Investigaciones Medioambientales y de la Salud de Leeds (Reino Unido) intentó evitar las deficiencias de anteriores investigaciones. Básicamente, querían comparar a dos grupos idénticos de personas, exponiendo a uno de los grupos al agua del mar y dejando al otro sin bañarse. El estudio se realizó entre ciudadanos de cuatro zonas de la costa británica (Swansea, Southend, Portsmouth y Wirral), donde el verano pasado la calidad del agua estaba dentro de los límites permitidos por la Unión Europea.

10 minutos de inmersión

A un grupo se le pidió que entrara en una zona determinada del mar y permaneciera en el agua 10 minutos, sumergiendo totalmente la cabeza tres veces, y a otro, que se quedara en la orilla. Tres semanas después del baño, se les envió un cuestionario preguntándoles si habían tenido cualquier tipo de diarrea o de vómitos, así como también náuseas o indigestiones acompañadas de fiebres. El estudio reveló una sorprendente diferencia en el porcentaje de casos de gastroenteritis entre los que se habían bañado y los que no: un 14,8% de los que se habían bañado frente al 9,7% de los que no.Durante el baño se tomaron cada media llora muestras del agua a distintas profundidades y se analizaron en busca de diferentes tipos de bacterias. Curiosamente, no había relación entre las patologías y el número de las bacterias llamadas coliformes, sobre las que se basan las normas de calidad del agua de la Unión Europea. La relación más estrecha encontrada por los investigadores estaba entre enfermedades y estreptococos fecales.

"No estamos insinuando que los estreptococos fecales fueran la causa del exceso de síntomas gastrointestinales entre los que se bañaron", dice Kay, "sino que estos microorganismos parecen ser un mejor indicador de la calidad del agua que el tradicional número de bacterias colifornies".

Copyright The Lancet

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