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Las mafias chinas extienden sus redes a la venta de tabaco de contrabando

Jan Martínez Ahrens

La venta de tabaco de contrabando se ha convertido en uno de los mercados de futuro de las organizaciones ilegales chinas asentadas en Madrid. Su introducción en el sector, aunque todavía incipiente, ya está sumándose a los tradicionales vendedores magrebíes y nigerianos. Esta progresiva expansión coincide con el fin del crecimiento de los restaurantes chinos, tras largos años de proliferación. Ahora, la nueva fuente de dinero tiene forma de cajetilla y se prodiga en las fiestas de los pueblos.

La venta de tabaco ilegal la efectúan, por lo general, grupos de cuatro a seis personas, según los primeros análisis policiales. El jefe de la cuadrilla guarda el cargamento de tabaco en una mochila o en una maleta. El resto de los chinos, que trabajan a distancia del cabecilla, llevan un solo cartón, según la descripción policial.Cuando han vendido su contenido -cobran 200 pesetas por cajetilla de tabaco rubio americano- buscan otro cartón, que les es entregado a escondidas por el jefe. De este modo, en caso de detención, a los vendedores sólo se les decomisa, como máximo, una cantidad demasiado pequeña para que la venta sea considerada como delito.

Para su negocio, siempre según los testimonios recabados del Cuerpo Nacional de Policía y el Ministerio de Hacienda, buscan lugares concurridos, como el metro y las fiestas populares. Hasta la fecha se ha registrado esta actividad en las fiestas patronales de Leganés, Alcalá de Henares, Alcorcón y Fuenlabrada, así como en las bocas de las estaciones subterráneas de Callao, Guzmán el Bueno y Lavapiés. El barrio de Vallecas, donde los talleres clandestinos de la mafia china abundan, se ha convertido en otra de las zonas de venta preferidas.

Cinco bandas

Cinco grandes bandas controlan la comercialización del tabaco de contrabando en la Comunidad de Madrid. Para estas organizaciones, según el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA), trabajan al menos unas 70 personas, entre financieros, distribuidores y almacenistas.

Esta plantilla, en la que no entran los pequeños vendedores, se ha ampliado con el reclutamiento de inmigrantes Ilegales para la venta al público. En el caso de los chinos, aún no se ha podido determinar si trabajan para estas organizaciones o bien si los orientales han sido capaces de surtirse ellos mismos de esta mercancía de contrabando y montar sus propios almacenes clandestinos.

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La mayor parte del tabaco de contrabando procede de Holanda, donde se hallan los almacenes francos de las grandes compañías estadounidenses. Otros puntos de salida son los países del Este -básicamente, Rumania, Hungría y Bulgaria- y Andorra, según el SVA. Desde enero de 1993 hasta marzo pasado fueron- incautadas 2.344.668 cajetillas -con un valor de 594 millones de pesetas- en Madrid. Sólo una parte del botín.

Por otro lado, la policía también está observando en los últimos meses la presencia de ciudadanos chinos en la venta ambulante de flores en los mercadillos.

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Sobre la firma

Jan Martínez Ahrens
Director de EL PAÍS-América. Fue director adjunto en Madrid y corresponsal jefe en EE UU y México. En 2017, el Club de Prensa Internacional le dio el premio al mejor corresponsal. Participó en Wikileaks, Los papeles de Guantánamo y Chinaleaks. Ldo. en Filosofía, máster en Periodismo y PDD por el IESE, fue alumno de García Márquez en FNPI.

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