Un impago del Gobierno cántabro deja sin sede a la casa de Cantabria
La Casa de Cantabria en Madrid ha perdido la propiedad de su sede social a consecuencia del impago, por parte del Gobierno regional que preside Juan Hormaechea, de 183 millones de pesetas que adeudaba a la institución. Según denunció la Casa de Cantabria en un comunicado emitido ayer, el edificio o de la sede social fue adjudicado ayer en subasta a Cajamadrid con quien la Casa había contraído un crédito hipotecario que no pudo amortizar.
El, solar de la sede cántabra en Madrid -situado en la calle de Pío Baroja, junto al parque del Retiro- fue comprado en marzo de 1990 por cero pese...
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La Casa de Cantabria en Madrid ha perdido la propiedad de su sede social a consecuencia del impago, por parte del Gobierno regional que preside Juan Hormaechea, de 183 millones de pesetas que adeudaba a la institución. Según denunció la Casa de Cantabria en un comunicado emitido ayer, el edificio o de la sede social fue adjudicado ayer en subasta a Cajamadrid con quien la Casa había contraído un crédito hipotecario que no pudo amortizar.
El, solar de la sede cántabra en Madrid -situado en la calle de Pío Baroja, junto al parque del Retiro- fue comprado en marzo de 1990 por cero pesetas al Arzobispado de Madrid, a cambio de que la Casa de Cantabria edificara una capilla en honor de la Virgen de la Bienaparecida.
En mayo de 1991, la Casa de Cantabria vendió a la Diputación Regional de Cantabria parte del edificio -todavía en construcción- por el precio de 180 millones de pesetas, de los que sólo fueron desembolsados 50 millones en el momento de la firma, en tanto que el resto, 130 millones, sé pagaría el 15 de enero de 1992.
Con posterioridad a esta venta, según el comunicado, la Casa de Cantabria decidió concertar un préstamo con Cajamadrid por valor de 300 millones de pesetas, que quedaría reducido a 120 millones de pesetas una vez recibida la cantidad de 130 millones que debía pagarle el Gobierno cántabro y deducidos otros ingresos previstos. La Diputación Regional de Cantabria, no cumplió el pago de los 130 millones y la Casa de Cantabria no pudo amortizar con la entidad financiera el préstamo.