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Un duelo con tradición

Arantxa y Gabriela Sabatini se enfrentan hoy en semifinales de Flushing Meadows

A Arantxa Sánchez Vicario y Gabriela Sabatini las separan dos años. La española tiene 22 y la argentina 24. Sin embargo, sus carreras están en puntos mucho más distantes. Mientras Arantxa se encuentra en la cumbre de su vida deportiva, Sabatini ha superado ya este momento y ahora lucha desesperadamente para recuperlo. Arantxa es la segunda jugadora mundial. Sabatini, que fue la tercera en los años 1991 y 1992, ha descendido hasta la décima posición.Ambas se enfrentarán hoy en las semifinales del Open de Estados Unidos, que la argentina ganó en 1990. Para Arantxa esta será la sexta semifinal del Grand Slam y la segunda en este torneo (1992). La otra semifinal la disputarán la alemana Steffi Graf y la checa Jana Novotna. Graf vence por 20-3 en sus enfrentamientos.

Si hacemos caso a las estadísticas, Arantxa va a ganar. Pero muchas veces se equivocan. La española está culminando su mejor temporada: final del Open de Australia, ganadora en Roland Garros, semifinalista en el Open de EEUU (por el momento) y campeona en otros cuatro torneos. Su trayectoria desde que concluyera el torneo de Wimbledon el pasado mes de julio es alucinante. Ganó en Praga, en la Copa Federación y en Montreal, superando a Graf en la final. Y jugó la final de Stratton Mountain y San Diego.

"Estoy en uno de los mejores momentos de mi carrera", confiesa la jugadora. "No sé si voy a ser o no la mejor jugadora del mundo, pero trabajo para conseguirlo. Sin embargo, no quiero ponerme presión pensando en ello. Ahora mi preocupación es vencer a Sabatini. Sé que será un partido duro, con peloteos largos. Pero buscaré ocasiones para subir a la red".

Los enfrentamientos entre las dos tenistas son ya clásicos. El primero de ellos se produjo en 1986, cuando Arantxa tenía sólamente 14 años. Perdió aquella final de Buenos Aires y los seis encuentros siguientes' que disputaron hasta 1989. Ahí la tónica comenzó a variar. Sus 14 últimos duelos se saldaron con nueve triunfos de Arantxa.

Gabriel Urpí, entrenador de Arantxa, ve todas estas cifras como cosas absolutamente suplementarias. Poco importantes. "Son números, nada más", dice. "Lo que cuenta es lo que ocurra en la pista. Y Arantxa no puede confiarse. Sabatini no parece estar en su mejor momento, pero es una compeona y puede resucitar", asegura.

En eso coincide con Juan Núñez, que preparaba a Arantxa cuando ésta ganó su primer Grand Slam en Roland Garros, en 1989, y que ahora entrena a Sabatini. "Muchos dicen que el problema de Gabi es psicológico, pero yo creo que no: es de juego", dice el chileno Núñez. "A Gabi le falta confianza. Y cuando no tienes clara tu técnica es dificil creer en tus posibilidades. Ella ha sido una campeona. Psicológicamente es fuerte. La cuestión es que debe regresar a sus bases y recuperar su juego".

Ese es el trabajo que Núñez está intentando realizar con Sabatini desde hace aproximadamente un mes. Le queda contrato aún para las próximas tres semanas. Su renovación dependerá de los resultados. Y, por el momento, parecen buenos. Sabatini había perdido este año con jugadoras mediocres como Markota Kochta (69 del mundo), Irina Spirlea (33) y Silvia Farina (60), que la eliminó en primera ronda de Roland Garros.La jugadora argentina no disputaba unas semifinales del Grand Slam desde enero del año pasado, en el Open de Australia, y no ha alcanzado una final desde Wimbledon, en el año 1991. La última vez que ganó un torneo fue hace dos años en Roma. Pero en las últimas semanas parece haber adquirido cierta regularidad.

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