El Vicente que no era

Vicente Izquierdo García ha pasado las peores vacaciones de su vida. Este vecino de Navalcarnero . (Madrid), de 40 años, cerró el último domingo de julio el bar que regenta en la también localidad madrileña de Móstoles, metió en el coche a su mujer y sus tres hijos y tomó rumbo a Algeciras. Allí le esperaban unos familiares y unos días de merecido descan so. Pero el asueto se convirtió en "una horrible pesadilla", según sus propias palabras. Antes de llegar a su destino, Vicente Izquierdo fue detenido por la policía, retenido toda una noche en comisaría y trasladado al día siguiente a la prisión Algeciras Il. El mal sueño de Vicente Izquierdo empezó hace ocho años, cuando le robaron el DNI. Dicha tarjeta de identidad, en la que aparece con el pelo rizado y bigote, sirvió de documentación falsa al nuevo poseedor, de nombre Antonio García, "que se dedicó a delinquir bajo unos datos personales que no le pertenecían", explica. Cuando Izquierdo conoció las razones de su arresto en Algeciras, intentó explicar que él sí era el propietario del DNI sustraído pero no el autor de los robos y el asesinato que se le atribuían. "Para colmo de males", explica, "las huellas dactilares que me tomaron lógicamente coincidían con las del carné que me robaron porque eran las mías".Ruegos en vano

Con el sentimiento de "estar predicando en el desierto" Izquierdo no se cansaba de rogar una y otra vez a los policías "que enviasen las huellas a Toledo, Albacete y Madrid porque allí había órdenes de busca y captura contra el verdadero delincuente". Lo único que quería era que se verificase que sus marcas dactilares no coincidían con las de su impostor. "Yo jamás estuve fichado y el hombre que me robó sí pasó algunos años en el penal de Ocaña".

Mientras que este hombre se deshacía en peticiones a los agentes, su mujer y sus tres hijos no sabían qué camino tomar. "Unos amigos que vinieron con nosotros de vacaciones nos ayudaron mucho", comenta la esposa de Vicente. Al final, la mujer pudo contactar con su suegro y su cuñado, quienes se encargaron de buscar un abogado.

"Después de la noche más larga de mi vida en los calabozos de la comisaría", cuenta Vicente, "fui conducido al día siguiente a Algeciras II sin que me dieran más explicaciones". Allí permaneció dos días más. "Hasta el pasado jueves a las cuatro de la tarde en que llegó una juez con mi carta de libertad y pidiéndome disculpas".

Robar con otra cara

A las pocas horas, Vicente Izquierdo había despertado de su pesadilla y lograba por fin encajar todas las piezas. Al parecer, el hombre que le robó su DNI ocho años atrás tomó la apariencia de la fotografía que figuraba en el documento y, con este aspecto, cometió diversos delitos por los que fue detenido y llevado a prisión. La última vez fue a parar al penal de Ocaña, del que escapó aprovechando un permiso especial. Desde entonces el hombre que usaba el nombre de Vicente Izquierdo está en situación de busca y captura.

"Lo más fácil hubiera sido que enviaran mis huellas por fax a los lugares donde este proscrito estuvo fichado y hubieran comprobado enseguida que no tenían nada que ver con las mías, pero al parecer eran demasiadas coincidencias en contra de mi sola palabra", comenta Vicente. Ahora estudia tomar medidas legales, aunque su principal preocupación es limpiar su imagen, olvidar el mal trago y empezar, por fin, sus vacaciones.