_
_
_
_
_
Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Cyrano de Bergerac

Guillermo Altares

22.00 / La 2Francia, 1990 (134 minutos). Director: Jean-Paul Rappeneau. Intérpretes: Gérard Depardieu, Anne Brochet, Jacques Weber, Vicent Perer. Drama.

El dramaturgo francés Edmond Rostand estrenó -en 1897 una obra que pasaría a la historia de la literatura: Cyrano de Bergerac, una versión muy libre (en realidad no tiene nada que ver) de la vida de un filósofo y humorista del XVII, al que convierte en un poeta brillante y valiente espadachín con

un solo defecto: una nariz descomunal. El Cyrano de Rostand es, a la vez, un homenaje satírico al teatro francés clásico, una ironía sobre la fealdad y la atracción física, un canto al amor más loco y absurdo. Jean Claude Carrièrre y Jean-Paul Rappeneau captaron todos los matices del original en su adaptación, a la que dieron un toque de espectáculo cinematográfico. Además, la elección del actor principal, Gérard Depardieu, no pudo ser más acertada. Trepidante, divertido (aunque algunos juegos de palabras se pierdan con la traducción), el filme deja tras de sí un poso de reflexión, el raro regusto a cine de primera.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_