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Karadzic llama a los serbios de Bosnia a resistir a toda costa

El líder serbio de Bosnia, Radovan Karadzic, hizo ayer un llamamiento por televisión a toda la población -1.400.000 habitantes- para que resistan el aislamiento a que la ha condenado Yugoslavia (Seria y Montenegro). Karadzic pidió a su gente que recurra a sus "propias fuerzas y recursos", como en su día hicieron los serbios de Serbia cuando la comunidad internacional decretó un embargo contra ese país.El dirigente serbobosnio anunció la formación de "brigadas de trabajo", aseguró que toda la población es "válida" para integrarse en los diversos tipos de equipos que habrá e hizo hincapié en que hay que dar prioridad al trabajo en el campo y a la recogida de las cosechas.

Mientras, en Sarajevo, la presidencia colectiva bosnia hizo un llamamiento a los serbios para que desobedezcan a Karadzic y otras, autoridades asentadas en Pale y que, por el contrario, se esfuercen por alcanzar la paz.

La situación en la autoproclamada República Serbia de Bosnia amenaza con volverse dramática si Belgrado lleva a cabo la decisión adoptada la semana pasada de romper sus lazos y de cerrar a cal y canto la frontera común, con la única excepción del paso de civiles, medicamentos y alimentos.

A pesar de ello, los serbobosnios siguen rechazando el plan de plan del llamado Grupo de Contacto (EE UU, Rusia, Alemania, Reino Unido y Francia) y adoptando posturas de fuerza, como la que ayer mantenían en Bijeljina (norte de Bosnia), de donde expulsaron, tras robarles todas sus pertenencias, a 64 musulmanes.

En Sarajevo, también, continuaron los ataques de los francotiradores, aunque la ONU había desatado una fuerte operación contra ellos. La presión serbia sobre la capital bosnia está llevando a Sarajevo a los tiempos más duros del cerco serbio. Las carreteras están bloqueadas y comienzan a escasear los alimentos al haberse suspendido el puente aéreo de Naciones Unidas.

Por otra parte, ayer resultaron heridos tres cascos azules británicos -dos de ellos de gravedad- cuando el vehículo todoterreno en el que viajaban por la zona desmilitarizada que rodea Gorazde (este de Bosnia-Herzegovina), tropezó con una mina. Un portavoz de las Naciones Unidas aseguró que la vida de los heridos, que fueron trasladados a Tuzla, no corre peligro.

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