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Una sentencia avala la filmación de disturbios en la calle por la Ertzaintza

Las filmaciones de vídeo de la Ertzaintza, policía autonómica vasca, han sido consideradas por una juez de San Sebastián como un "material de innegable valor probatorio". Tanto que tres personas han sido condenadas a penas que van del año a los 18 meses de prisión menor por un delito de desórdenes públicos. A los jóvenes violentos les pueden salir caros los enfrentamientos con la Policía en las fiestas del País Vasco.

La guerra de las banderas en la capital vizcaína y los enfrentamientos en la procesión de La Salve donostiarra tendrán este año un riesgo añadido. Las tres sentencias condenatorias por desórdenes públicos dictadas por la juez de lo Penal número 3, Carmen Zubimendi, contra tres jóvenes por su participación en los actos vandálicos de La Salve el 14 de agosto del año pasado sientan un precedente.La costumbre de la Ertzaintza de filmar todo lo que pasa delante de sus ojos ante la eventualidad de que se produzcan actos delictivos ha cosechado su segundo fruto. Primero fue la desarticulación de la red de extorsión económica de ETA dedicada a cobrar el llamado impuesto revolucionario y ahora las condenas, gracias a la filmación de los alborotos.

Las resoluciones judiciales son diáfanas: para realizar tareas de observación y vigilancia, la magistrada defiende la utilización "de toda clase de medios que permitan constatar la realidad sospechada. Estas labores de vigilancia", agrega, "se pueden desarrollar en la vía pública, concretándose en tareas de seguimiento o visualización". La única limitación es el respeto a la intimidad y a la inviolabilidad del domicilio.

Los exaltados ya se veían venir esta respuesta y advirtieron recientemente, en unas octavillas lanzadas en un mitin de Herri Batasuna (HB), sobre las consecuencias de dejar entrar en los domicilios privados a la policía vasca para efectuar filmaciones como las que han servido para condenar a estos jóvenes. De hecho, en las octavillas se revelaban identidades y domicilios tanto de ertzainas como de ciudadanos que habían permitido realizar desde sus casas filmaciones policiales.

Las sentencias dan luz verde a la utilización de los sistemas videográficos para desterrar comportamientos que "suponen, en realidad, un ataque frontal a la línea de flotación del Estado democrático; ante tal gravedad, la sociedad debe reaccionar con el único instrumento legítimo de que dispone: la aplicación de la ley".

Las resoluciones pueden tener un carácter disuasorio ante los previsibles incidentes en el mes de agosto en Euskadi, e incluso sentar jurisprudencia ante el proceso que comenzará el próximo 12 de diciembre contra los 19 personas acusadas del intento de linchamiento de un ertzaina en las últimas fiestas de Bilbao. En este juicio, la principal baza de la acusación son las decenas y decenas de metros de filmación de los incidentes, en los que participaron 26 personas.

Ante el panorama sombrío que se cierne sobre los aprendices de la violencia callejera, ya pasa de mano en mano un folleto lleno de instrucciones y recomendaciones para realizar sabotajes y no ser identificados. "Ojo con las cámaras, también las de tráfico. Aunque no las veas, no quiere decir que no las alla (sic). Cuando vayas a hacer una movida, tápate la cara, cambia tu aspecto, ropa, etcétera. Y después no rondes por el lugar. De poco sirve que te tapes la cara si luego sigues con la misma ropa y cerca de lugar'', se indica en una de sus páginas.

El folleto lleva ilustraciones con utensilios recomendados para la protección y la ocultación de identidad, entre los que se citan pasamontañas, pañuelos, gafas, guantes y mascarillas y recomienda usar siempre guantes o tiritas sobre los dedos para no dejar huellas en los cócteles molótov.

El documento alerta también sobre la posibilidad de que los teléfonos estén pinchados y señala: "Ten cuidado al hablar por teléfono. Piensa que puede estar intervenido ( ... ) por lo que no lo utilices para marrones. Queda limpio y ten cuidado".

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