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La OTAN se prepapa para imponer el plan de paz en Bosnia

La OTAN reiteró ayer que está dispuesta a participar en la aplicación del plan de paz en Bosnia y a llevar a cabo las misiones que le sean encomendadas por la ONU tanto si el plan es aceptado como rechazado por las partes beligerantes (musulmanes, croatas y serbios). El plan fue presentado en Ginebra el pasado día 6 por el Grupo de Contacto (EE UU, Rusia y la Unión Europea), y contiene la división territorial de Bosnia. El G-7 (las democracias más industrializadas), y Rusia amenazaron el domingo con sanciones a las partes en conflicto si no aceptan el plan antes del próximo día 19.Si el plan es rechazado, la OTAN podría reforzar el embargo en el Adriático o supervisar las nuevas zonas de exclusión que se sumarían a las de Sarajevo y Gorazde. Si el plan es aceptado, la OTAN se centraría en hacer respetar sus términos con el envío de fuerzas militares a Bosnia.

Los 16 embajadores aliados se reunieron ayer en Bruselas y decidieron dar instrucciones a las autoridades militares y civiles de la OTAN para que "desarrollen y pongan al día" los planes para la aplicación del plan de paz.

La tregua entre las partes en lucha en Bosnia, que se ha prolongado durante un mes, venció el pasado fin de semana, si bien los musulmanes bosnios han expresado su apoyo a la extensión de la misma.

Curso en El Escorial

Mientras, el presidente del Parlamento bosnio, Miro Lazovic, lanzó ayer un durísimo ataque a la comunidad internacional, y concretamente a Europa por "la estrategia política de Occidente de ofrecerse unos a otros los despojos de la guerra, apoyando a los invasores serbios y destruyendo Bosnia-Herzegovina", informa Rocío García. Lazovic es uno de los participantes del curso Sarajevo 94, que ayer se inauguró en El Escorial y que dirige el escritor Juan Goytisolo.El peligro del resurgimiento del nazismo en Europa que, en palabras de Lazovic, "se está extendiendo como un tumor que hay que cortar de raíz"; la búsqueda de una solución global que se base en principios válidos para todos los pueblos de la ex Yugoslavia, y el convencimiento de que el conflicto de Bosnia-Herzegovina no es regional, fueron algunos de los puntos en los que coincidieron los participantes del curso.

Goytisolo se mostró especialmente desolado e irritado por la amenaza del G-7 y Rusia de imponer la división territorial en Bosnia: "El G-7 lo que está haciendo es recompensar a, los agresores, o sea a los serbios".

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Hermann Tertsch, subdirector de EL PAIS, señaló que la paz no será justa si no se destruye el aparato militar de Serbia e hizo un alegato contra el cinismo y los errores de las cancillerías europeas a las que acusó de ser conciliadoras con el fascismo en el conflicto bosnio. "Lo que nos jugamos es mucho más que la simple ayuda a un pueblo que sufre. Estamos tirando por la borda nuestro propio futuro", dijo.

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