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Serbios y musulmanes reciben con decepción el nuevo mapa de Bosnia

El mapa de la nueva Bosnia-Herzegovina, preparado por el grupode contacto (EE UU, Rusia y varios países de la Unión Europea) fue entregado ayer a las partes en conflicto. Las reacciones, aparentemente cautelosas, dejaron entrever alguna decepción. Los musulmanes y croatas, que coordinarán su respuesta, ven defectos, como entregar Prijedor a sus verdugos. El líder serbio, Radovan Karadzic, quien se reservó su opinión, dijo que el mapa estaba dibujado "al dictado estadounidense".

En la división, "extremadamnte dificil" según un diplomático occidental, los bosnios han perdido algunas de las ciudades más importantes, habitadas mayoritariamente por ellos antes de la guerra: Prijedor, Zvornik, Bratunac, Rogatica o el puerto fluvial de Visegrado, en el río Drina.Los serbios han visto cómo su estratégico corredor de Posavina, en el norte, que une sus conquistas del este con las del oeste, ha sido reducido a una simple carretera a su paso por Brcko, una zona que será desmilitarizada y estará bajo supervisión internacional.

La capital de Bosnia, Sarajevol que permanecerá unida por un cinturón a los enclaves musulmanes de Gorazde, Zepa y Srebrenica,, estará administrada por la comunidad internacional por un periodo de dos años. La solución definitiva, es decir la decisión sobre su división, se aplaza hasta 1996.

El primer ministro bosnio, Haris Silajdzic, aseguró que el plan tiene "serias deficiencias", especialmente en Bo1nia occidental, donde Prijedor, que ha sido víctima del genocidio, va a quedar bajo el dominio de sus verdugos.

A pesar de todo, Silajdzic no es "totalmente pesimista", pero desearía tener más detalles sobre la puesta en marcha de este plan, sus garantías, y sobre las sanciones que la comunidad internacional estaría dispuesta a aplicar a los serbios si éstos rechazaran la propuesta formulada por el grupo de contacto.Garantías para los bosnios

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A pesar de la promesa de la comunidad internacional de que se respetarán las actuales fronteras de Bosnia-Herzegovina, los bosnios necesitan más garantías para aceptar este plan. "¿Cómo van a garantizar su puesta en marcha si hasta ahora han sido incapaces de proteger las zonas seguras y no han podido evitar si quiera la muerte de los cascos azules? ", se pregunta Mustafá Bijedic, embajador de Bosnia ante la sede de la ONU en Ginebra.

Tampoco el líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, parece estar satisfecho con esta propuesta, en la que ve "un dictado americano", según declaró a Radio Pale. "Desgraciadamente parece que los miembros del grupo de contacto no han contribuido al plan de paz", afirmó.

En Ginebra, una vez que le fue presentado el contenido de la propuesta en la sede diplomática rusa, manifestó a EL PAÍS que "cuando los norteamericanos se decidan por la paz, habrá paz", rehusando hacer valoración alguna sobre el plan. "Tenemos que estudiarlo", dijo.

Según algunos observadores, es muy posible que Karadzic esté fuertemente presionado por el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, quien ayer recibió al ministro ruso de Exteriores, Andrei Kózirev, para aceptar este plan. Según se desprende de ciertos comentarios, Karadzic está molesto con los rusos, ya que piensa que no le han apoyado bastante.

El próximo día 19 está prevista una nueva reunión del grupo de contacto. Es el plazo para la reflexión de las partes. Si para entonces la respuesta de los serbios es negativa, tendrán que hacer frente a un recrudecimiento de las sanciones económicas y al levantamiento del embargo de armas a los bosnios. El premio para éstos son las promesas de ayuda para la reconstrucción de su Estado.

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