_
_
_
_
_

El Ejército de Ruanda ataca el aeropuerto de Kigali tras llegar un avión de la ONU

AGENCIAS Un avión de la ONU que transportaba al subsecretario italiano de Asuntos Exteriores, Franco Rochetta, acababa de aterrizar en el aeropuerto de la capital de Ruanda, Kigali, cuando una granada de mortero disparada por las tropas gubernamentales estalló ayer cerca del aparato. El Hércules tuvo que realizar un despegue de emergencia. Este incidente provocó que la misión de las Naciones Unidas decidiera suspender todos los vuelos de ayuda humanitaria. El funcionario italiano pidió ayer una intervención internacional urgente en Ruanda.

El primer proyectil cayó en el momento en que iba comenzar la salida de pasajeros y descarga de ayuda humanitaria. Zigzagueando por la pista el avión consiguió levantar el vuelo en el preciso momento en que un segundo proyectil estallaba en el asfalto. Restos de metralla rozaron a oficiales de la ONU y periodistas que esperaban en el aeropuerto."Es la peor situación que he visto aquí. Las fuerzas gubernamentales saben perfectamente cuando un avión se halla en la pista porque son ellas quienes nos dan autorización para aterrizar" dijo el comandante Jean Guy Plante, portavoz de los cascos azules.

El serio incidente no provocó heridos ni en tierra ni a bordo del avión, que transportaba alimentos para la desesperada población desplazada de Ruanda tras dos meses de matanzas y combates en los que ha muerto cerca de medio millón de personas. Unos dos millones han perdido sus casas.

El funcionario italiano debía realizar una breve visita a Kigali para determinar si su Gobierno debe reforzar el contingente de la ONU en Ruanda, cuya misión tropieza con graves problemas debido a los enfrentamientos entre los rebeldes tutsi y las tropas del Gobierno, de mayoría hutu.

Petición de intervención

El político italiano pidió ayer una intervención internacional urgente para detener el deterioro de la situación en este país del centro de África.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

El ataque de ayer amenaza una vez más los planes de las Naciones Unidas en Ruanda. Él Consejo de Seguridad aprobó hace más de tres semanas medidas para reforzar la misión en Ruanda, pero los países africanos que han ofrecido tropas no tienen capacidad económica para su transporte. La inseguridad en el aeropuerto de Kigali sólo puede implicar un mayor retraso.

El bombardeo de las tropas gubernamentales ha puesto en peligro el envío, previsto para hoy, de 15 toneladas de alimentos a Uganda a bordo de un avión de la ONU en lo que debía constituir el mayor cargamento de ayuda humanitaria con destino a Ruanda hasta el momento.

Por otra parte, otra granada de mortero estalló en las proximidades de una iglesia repleta de refugiados en el centro de Kigali. En esta ocasión no hubo víctimas, pero un ataque de mortero del día anterior contra la iglesia de Santa Familia causó la muerte de dos refugiados y heridas a otros ocho.

Mientras el Ejército gubernamental, dominado por la etnia hutu, estrecha el cerco al aeropuerto, el Frente Patriótico Ruandés (de mayoría tutsi) está combatiendo en los alrededores del feudo gubernamental de Gitarama, a 40 kilómetros de la capital.

"Los rebeldes están presionando la ciudad de Gitarama, ya que creen que pueden derrocar al Gobierno, pero tendrán que combatir ferozmente porque el Ejército se ha preparado para esta ocasión desde hace tiempo", comentó un oficial de las fuerzas de las Naciones Unidas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_