El estilo claro de Anton Wit
Orquesta Nacional de EspañaDirector: A. Wit. Solista: E. Poblocka. Obras: Lutoslawsky, Mozart y Mworgski-Ravel. Auditorio Nacional. Madrid, 3, 4 y 5 de junio.
El cracoviano Anton Wit es conocido entre nosotros como prometor e identificado intérprete de música contemporánea, ésa que muy pronto se denominará música del siglo pasado".
Este tiempo que muere tuvo en Witold Lutoslawsky (Varsovia, 1913-1994) un renovador de singular talento. Se instaló en la coritemporaneidad con dos páginas excepcionales: Poemas de Henry Michaux y Juegos venecianos, ambas de comienzo de los años sesenta. Estuvo algunas veces en España y comocemos bien obras como el Concierto para orquesta, la Sinfonía número 3, Mi par ti o Chaines.
Anton Wit ha evocado al inúsico fallecido con la tercera de sus Chaines y el resultado es tan hermoso que el público normal de los conciertos de abono ha recibido el mensaje para aplaudirlo con entusiasmo. La versión de Wit tuvo las mejores virtudes: fidelidad, transparencia, exacta matización, imaginación colorista y sosiego.
Proyectados como algo unitario y cohesionado, los cuadros de Musorgrskiad quieren en Wit una coloracion sin excesos. Les convienen esos tonos, precisos pero un poco mates, logrados por el director cracoviano, quien, como en visitas anteriores, escuchó largos aplausos.
Antes, actuó la pianista Ewa Poblocka, premios Viotti (1977) y Varsovia (1980). Su concepción y realización del Concierto número 17, en sol mayor, de Mozart, nos explicó el secreto de ese genio aparte en la historia de la música gracias a una lección de limpidez, y elegancia.
