Asesinados en Argel dos religiosos franceses

Dos religiosos franceses, residentes en Argel, fueron asesinados en la tarde de ayer en la baja alcazaba de la capital, pocas horas después de que decenas de miles de ciudadanos se manifestaran por las calles de la capital para protestar contra la violencia y apoyar la política de diálogo y reconciliación nacional. Éstos son los dos primeros religiosos asesinados en Argelia desde que el pasado mes de noviembre el Grupo Islámico Armado (GIA), en pie de guerra contra el Gobierno central, diera un ultimátum a la comunidad internacional para que abandonara el país.

El religioso marista Henr...

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Dos religiosos franceses, residentes en Argel, fueron asesinados en la tarde de ayer en la baja alcazaba de la capital, pocas horas después de que decenas de miles de ciudadanos se manifestaran por las calles de la capital para protestar contra la violencia y apoyar la política de diálogo y reconciliación nacional. Éstos son los dos primeros religiosos asesinados en Argelia desde que el pasado mes de noviembre el Grupo Islámico Armado (GIA), en pie de guerra contra el Gobierno central, diera un ultimátum a la comunidad internacional para que abandonara el país.

El religioso marista Henri Vergés y la hermana Paule Hélène Saint Raymond de la comunidad religiosa asuncionista, de 64 y 67 años respectivamente, fueron asesinados a las tres de la tarde de ayer, en el interior de una biblioteca situada en la calle Bencheneb, en la baja alcazaba de Argel, por unos desconocidos que emprendieron rápidamente la huida. Los dos religiosos, súbditos franceses, bibliotecarios de profesión, trabajaban en ese centro, que los hermanos maristas gestionan desde hace muchos años.Henri Vergés había trabajado durante varias décadas como profesor contratado en un Liceo de Usera, a unos 400 kilómetros al sur de Argel. Recientemente al serle rescindido el contrato pasó a colaborar en esta biblioteca, dirigida básicamente a alumnos árabes con dificultades en su nivel de enseñanza, a los que se les impartían clases especiales y particulares gratuitamente. Este centro se encuentra justo en frente del templo de Sidi Abderramán, el patrón de Argel, cuyo recinto fue hace unos meses incendiado por unos desconocidos.

El doble asesinato ha conmocionado a la colonia extranjera y en especial a la comunidad religiosa católica en Argelia, que se había mantenido hasta ahora el momento a salvo de los atentados integristas. Con estas dos nuevas muertes asciende ya a 34 el número, de extranjeros asesinados en Argelia desde que expiró el ultimátum del GIA.

El portavoz del Gobierno francés, Nicolas Sarkozy, calificó ayer el asesinato de los dos religiosos como un "crimen odioso" y aseguró que la situación en Argelia es una de las "más graves, preocupaciones del primer ministro" Edouard Balladur, informa France Presse. Sarkozy subrayó que Francia considera que la situación política en el conjunto del mediterráneo es "extremadamente preocupante". El Gobierno francés aprovechó para aconsejar a todos los ciudadanos franceses cuya presencia en Argelia no sea indispensable que abandonen el país lo antes posible.

Contra la violencia

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Este atentado se produce pocas horas después de que acabara, muy cerca de donde ocurrió el trágico tiroteo, una importante manifestación de ciudadanos que reivindicaba el fin de la violencia y una política de diálogo con el Frente Islámico de Salvación (FIS) y demás partidos integristas moderados. Las fuerzas de seguridad que protegían a los manifestantes, se desplegaron rapidísimamente en la misma zona, para iniciar una operación de rastreo, en un intento frustrado de localizar a los autores del atentado.

Este doble asesinato es una respuesta a la llamada de pacificación y de diálogo expresada ayer por millares de argelinos que salieron a la calle para manifestarse en numerosas ciudades del país. A pesar del discreto número de participantes, estas movilizaciones están siendo consideradas por los observadores políticos como "un éxito" y como "una puerta abierta a la esperanza". A la vez, constituyen las primeras concentraciones callejeras que se producen en Argelia en favor del diálago y contra la violencia, dos años y medio después de que se interrumpiera el proceso electoral y se iniciara una sistemática operación de represión contra el movimiento integrista radical.

La iniciativa partió de un grupo de nueve partidos, entre los que se encuentra el anterior partido único, el Frente de Liberación Nacional; el Movimiento por la Democracia en Argelia de Ahmed Ben Bella, así como por una estela de organizaciones islamistas, entre las que destaca Hamas y Ennahda. A pesar de los esfuerzos de mediación efectuados hasta última hora, los organizadores no lograron arrastrar hasta las manifestaciones a los militantes del Frente Islámico de Salvación ni a los del Frente de Fuerzas Socialistas.

Pero éstas no fueron las únicas trabas que tuvieron que soportar los organizadores, ya que el propio Gobierno y la Administración prefirieron mantenerse al margen, dejando las oficinas abiertas y los funcionarios en sus puestas mientras duraron los desfiles por, los centros de las capitales, a pesar de que habían dado a los manifestantes su consentimiento y el apoyo logística.

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