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Los tambores de Totó

La Momposina, 'cantadora' colombiana, se presenta en Madrid

Animó la ceremonia de entrega del Nobel de Literatura a García Márquez en Estocolmo en 1982 y, más tarde, su música llamó la atención de Peter Gabriel, en cuyo sello discográfico ha publicado uno de sus trabajos. Estuvo en la Expo, cantó en Barcelona y ha actuado en más de veinticinco países. Presencia habitual en los festivales World Music Arts and Dance (Womad), Totó la Momposina, embajadora de la música tradicional de la costa atlántica colombiana, se presenta con sus tamboreros.Totó la Momposina participa en Madrid en las actividades culturales de Colombia en portada, junto al pintor Botero o el cineasta Sergio Cabrera, aunque las dificultades continúan. "Los estamentos gubernamentales nunca han reconocido las culturas de los pueblos. Y tú no puedes hacer una buena administración si no conoces la cultura de un pueblo", afirma.

Sonia Bazanta nació hace 50 años cerca de la ciudad de Mompós -de ahí su apodo-, a orillas del río Magdalena, al norte de Colombia. Cuentan que de pequeña repetía sin cesar la palabra totó. Años después, una mujer de Haití le explicó que totó significa "pequeña de cuerpo, pero grande de corazón". Su encuentro con Peter Gabriel le ha permitido publicar su tercer disco, La candela viva -los otros los grabó en Francia y Suiza, respectivamente-. "Para darte a conocer en los pueblos a los que no perteneces, tú tienes que hacer el curso, como decimos los colombianos. La música tradicional necesita establecer el contacto de persona a persona, de cultura con cultura. Sin medios masivos y grandes estrategias. Nosotros hemos cantado en la calle pasando la manga y en teatritos. No puedes llegar atropellando; tienes que enamorar al mundo que te rodea".

Déjalo correr

"Aguacero de mayo, déjalo correr", canta Totó en una de sus canciones; en el repertorio hay cumbias, mapalés, merengues, puyas, garabatos, sextetos... De familia de músicos, Totó se considera una cantadora: "Una cantante es alguien que tiene las mismas negras y semicorcheas escritas en un arreglo. Se aprende la canción, y ya. En la música tradicional hay otros parámetros: tienes que expresar el sentimiento de un pueblo".

Totó la Momposina lleva 30 anos recogiendo canciones en la amplia zona de la costa atlántica donde se mezclaron esclavos africanos con indígenas y europeos. "Cuando voy a un pueblo, no voy como si fuera a un safari; sino como un ciudadano más del mundo. Por eso dejan de verme como a un extraño", dice esta mujer, que prefiere el término conflor al de folclor: "La gente del campo tiene dificultades en pronunciar la efe al comienzo de una palabra. Así que ellos dicen conflor, y yo pienso que es una expresión que suena bastante más bonita".

Totó la Momposina, hoy, sala Caracol (Bernardino Obregón, 18), a las 23.00. Viemes día 6, Casa de América, a las 10.00. Domingo día 8, sala Caracol, a las 22.00. Precio: 1.500 pesetas.

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