Albero tuvo 21 millones en pagarés del Tesoro en el despacho de De la Concha entre 1988 y 1989

El dimisionario, ministro de Agricultura, Vicente Albero, también era cliente del despacho de Manuel de la Concha. Albero mantuvo una cartera de pagarés del Tesoro -con opacidad fiscal- de más de 21 millones desde mayo de 1988 hasta junio de 1989, por la que obtuvo 1,2 millones de intereses, según corroboró él mismo a este periódico. Albero explicó que ese dinero provenía de la venta de sus acciones de la empresa Aznar, de la que había sido consejero delegado y accionista hasta que pasó a la política, y por la que cobró una parte en negro. Los intereses de los pagarés se fueron reinvirtiendo hasta alcanzar los 22,5 millones con que se canceló, según las anotaciones de la cuenta 43108SY, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

La cuenta de Albero en el despacho del ex síndico de la Bolsa de Madrid forma parte de las que están perfectamente identificadas con nombre, dos apellidos y direccion completa. Sin embargo, a través de esa cuenta se realizaron operaciones con opacidad fiscal mediante cédulas hipotecarias al portador y pagarés del Tesoro, según ha reconocido el propio ministro.Albero confirmó la existencia de la citada cartera de pagarés, pero negó la primera parte de las anotaciones de la cuenta, correspondientes a 1985. En el listado que publica hoy EL PAÍS se incluyen inversiones en Bolsa de baja cuantía, pero con títulos de alta rentabilidad en operaciones a muy corto plazo. Además, De la Concha compró acciones de empresas del sector de alimentación cuando Albero era director general de Industrias Agroalimentarias.

Según consta en los papeles del despacho de De la Concha, la cuenta de Vicente Albero fue abierta el 5. de agosto de 1985, con 1.350.818 pesetas. Esta cantidad fue invertida en rápidas operaciones de compraventa de acciones, con una plusvalía cercana a las 700.000 pesetas en menos de dos meses. Ninguna de las operacio nes supera el millón de pesetas. La media se sitúa en torno a las 300.000 pesetas. La cuenta 43108SY quedó a cero el 24 de septiembre de 1985, después de una retirada de fondos de 2.059.901 pesetas, mediante talón del Banco Central. En ese tiempo, se operó con títulos de Koipe, Hidrola Tabacalera, Duro Felguera, El Águila y Energías. Desde septiembre de ese año hasta el 28 de marzo de 1988 no se registra movimiento alguno.

El todavía ministro ha negado estas operaciones que, sin embargo, aparecen claramente especificadas en el listado de la cuenta. Albero señaló a este periódico que sus relaciones como cliente con el despacho de Manuel De la Concha datan de 1988, cuando le entrega en depósito unas cédulas hipotecarias al portador por valor de 20 millones de pesetas, para que las cobrara el agente y las invirtiera en pagarés del Tesoro. Los pagarés no tenían retención fiscal por los intereses, por lo que gozaban de opacidad tributaria.

Según Vicente Albero, ese dinero provenía del cobro de una parte de sus acciones de la empresa Aznar -fabricante de las medias Marie Claire-, de la que el ministro había sido accionista y consejero delegado durante años. Como pago por sus servicios había llegado a tener el 5% del capital de una firma que era muy rentable. El paquete mayoritario de acciones estaba entonces en poder de Celestino Aznar, aunque posteriormente lo vendió a una empresa multinacional extranjera.

Albero vendió su participación en 1983, cuando decidió iniciar su carrera política en Madrid -había sido nombrado director general de Industrias Agroalimentarias-. Recibió 36 millones de pesetas legales por ese paquete del 5% de acciones y otros 20 millones negros. En concreto, recibió 20 cédulas hipotecarias al portador -con opacidad fiscal asegurada-, de un millón de pesetas, de la emisión de 1982, con un plazo de amortización de cinco años. Vencían, por tanto, a finales de 1987. En esa época, las cédulas hipotecarias al portador eran los títulos favoritos para invertir el dinero negro de empresas y particulares.

"Vendí rápidamente"

Albero reconoció el pasado martes a este periódico que no declaró en su día el cobro de esos 20 millones de pesetas, porque el precio oficial fijado de 36 millones era muy inferior al valor real. "Yo decidí ir a la política", ha explicado Albero, "a sabiendas de que me supondría una caída en mi nivel de vida y una reducción de m¡ patrimonio personal, como así ha sucedido. Vendí rápidamente, sin negociar un precio mejor, y me quedé con esos 20 millones en cédulas hipotecarias al portador, sin pensar siquiera que podía ser irregular".

Cuando iban a vencer esas cédulas hipotecarias, Vicente Albero se puso en contacto con De la Concha para hacerlas efectivas a través de su despacho de agente de cambio y bolsa. Según el ministro dimisionario, el por entonces síndico de la Bolsa de Madrid le sugirió que lo reinvirtiera en pagarés del Tesoro, como fórmula para ir blanqueando ese dinero.

Los más de 21 millones fueron ingresados en la cuenta 43108SY el 28 de marzo de 1988, siendo Albero presidente del FORPPA. A partir de esa fecha, el dinero se fue invirtiendo en pagarés del Tesoro, así como los intereses, que se fueron acumulando hasta conformar un capital superior a los 22,5 millones de pesetas, según reconoció el hasta hoy ministro de Agricultura.

La cuenta fue cancelada durante el verano de 1989. La fecha coincide con la entrada en vigor de la Ley del Mercado de Valores, que obligaba a cerrar los despachos de agentes de Bolsa y convertirlos en sociedades y agencias de valores. Según el ex ministro de Agricultura, De la Concha le ofreció entonces continuar en Ibercorp Bolsa y sumarse a la larga lista de sus clientes, a los que ofrecía grandes seguridades de negocio. Albero decidió hacer efectivos esos 22,5 millones de pesetas y utilizarlos para gastos familiares.

Preguntado por EL PAÍS sobre si había informado al presidente del Gobierno, Felipe González, de la existencia de esa cuenta, Albero declaró que había dado la información pertinente al ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes. Añadió que, además, había consultado con un experto fiscal las posibles consecuencias de esos pagarés y que estaba "tranquilo", por haber cumplido ampliamente sus obligaciones con Hacienda durante los últimos años. Según Albero, lleva muchos ejercicios pagando más de dos millones de pesetas al presentar su declaración de la renta, además de lo que le retienen mensualmente.

El ministro cesante hizo hincapié, en cambio, en el grave perjuicio político que podría causarle el simple hecho de haber tenido una cuenta abierta en el despacho de Manuel de la Concha, a raíz de los escándalos de Ibercorp y Mariano Rubio. Albero comentó ese día que se vería obligado a poner su cargo a disposición del presidente y a consultarle la conveniencia de su dimisión.