Fidelidad
Los Flechazos
Alejandro (voz y guitarra), Elena (teclados), Héctor (bajo y coros), Pedro (batería). Entradas: 1.200 pesetas. 600 personas. Sala Aqualung. Madrid, 4 de mayo.
El pop más puro y desnudo tiene en Los Flechazos uno de los mejores representantes de la nostalgia sixtie nacional. Desde que en 1987 sacaran su primer trabajo, Viviendo en la era pop, hasta su último disco, El sorprendente sonido de Los Flechazos, grabado en directo en la sala Revólver, las raíces y el ánimo de los leoneses no han cambiado ni un ápice.La vuelta a Madrid con su música fresca y optimista no trajo novedad; sus canciones siempre ruedan al mismo compás, algo acelerado y lineal, pero la sencillez del cuarteto confirmó su habilidad para hacer de las canciones un estribillo continuo y directo. Los leoneses saben enganchar, aunque dejen una inevitable sensación de agotamiento por el exceso de repetición.
Su lealtad hacia el pop es encomiable y de esa fidelidad nace su pequeño arte. Sorprendentemente, en tiempos delicados para la diversión, la banda llenó considerablemente el aforo de la sala Aqualung. El público coreó La chica de Mel, Viviendo en la era pop e incluso una versión de Los Beatles, Drive my car, como si el tiempo se hubiera parado hace 30 años.