El Sevilla golea al Celta y persigue la UEFA

Moya y Suker rompen el cerrojo de Rojo

El Sevilla resolvió en 20 minutos su compromiso frente al Celta. El equipo de Luis Aragonés aprovechó el primer error de su rival para iniciar una imparable cuenta goleadora que ni mucho menos se presentía en el Sánchez Pizjuán. El Celta jugó ordenado hasta que Moya abrió el marcador pero fue un puro coladero a partir de ese momento.Los elogios de Luis Aragonés a su amigo Chechu Rojo y al juego que practica el Celta, en las vísperas del encuentro, parecieron cantos de sirena. El Celta del legendario extremo del Athletic ofreció una buena imagen durante el primer tiempo pero se hundió co...

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El Sevilla resolvió en 20 minutos su compromiso frente al Celta. El equipo de Luis Aragonés aprovechó el primer error de su rival para iniciar una imparable cuenta goleadora que ni mucho menos se presentía en el Sánchez Pizjuán. El Celta jugó ordenado hasta que Moya abrió el marcador pero fue un puro coladero a partir de ese momento.Los elogios de Luis Aragonés a su amigo Chechu Rojo y al juego que practica el Celta, en las vísperas del encuentro, parecieron cantos de sirena. El Celta del legendario extremo del Athletic ofreció una buena imagen durante el primer tiempo pero se hundió con estrépito en la segunda mitad. El Sevilla acreditó una excelente mejora de su rendimiento tras el bajón padecido en el segundo tercio de la Liga. Pese a ello, la ratificación de la sanción de dos partidos a su estrella Suker, por el Comité Español de Disciplina Deportiva, supondrá una merma a sus posibilidades se alcanzar un puesto para la UEFA.

El Sevilla, que se aplicó bien en defensa, con Diego en un excelente momento de forma, esperó su momento para resolver un encuentro que le sitúa con posibilidades de plaza europea, sobre todo si el Zaragoza derrota al Celta en la Copa.

Rojo arriesgó en la segunda mitad y perdió la partida. Sentó a Andrijasevic y sacó a Losada buscando quizá la motivación del ex delantero sevillista en su antigua casa. El Celta perdió orden en su centro del campo y no ganó mucha más efectividad.

Fue entonces cuando una indecisión de la defensa del Celta originó su catástrafe. Moya y Suker, ambos en dos ocasiones y en menos de 20 minutos, se encargaron de sentenciar un encuentro que se había puesto dificil para los sevillistas, que habían perdido a Simeone por lesión y que acabaron jugando con 10 cuando Monchu se retiró.

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