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Vicálvaro decide en referéndum si el reloj parroquial debe sonar cada hora

Vicente G. Olaya

El reloj nunca suena a gusto de todos. Cuando la Asociación de Investigación Histórica de Vicálvaro consiguió los fondos suficientes para recuperar el desaparecido carillón de la iglesia de Santa María la Antigua, el párroco y los vecinos celebraron el acontecimiento. No obstante, un año después de su instalación en el campanario han comenzado los problemas. Algunos de los residentes de las casas cercanas no pueden dormir. Para solucionar el problema, la asociación vecinal ha decidido convocar un referéndum el próximo domingo.

En el barrio de Vicálvaro, en 1992, la Asociación de Investigación Histórica (compuesta por unos 180 vecinos preocupados por el pasado de Vicálvaro) quería celebrar algún aniversario relacionado con el barrio. Descubrieron que la parroquia de Santa María la Antigua cumplía ese año su cuarto centenario. Para celebrarlo recaudaron dos millones de pesetas con los que dotar a la torre de un reloj eléctrico. Le acoplaron cuatro altavoces y un amplificador. El primitivo reloj de la iglesia había desaparecido a principios de siglo.El carillón instalado toca cada cuarto de hora. Empieza sus campanadas con una melodía copiada del Big Ben londinense. A las horas en punto añade cuatro cuartos y las campanadas correspondientes. El carillón sólo funciona entre las nueve y las doce de la noche. A partir de medianoche, el reloj guarda silencio hasta el, día siguiente. Los estudios realizados cifran el nivel de su sonido en unos 62 decibelios (más que la voz humana, pero menos que una sirena de ambulancia).

Sin embargo, no todos están contentos. Carmen vive en el segundo piso de un bloque de casas situado frente a la iglesia. No puede dormir desde hace un ano Ha escrito a la junta de distrito pidiendo ayuda, sin obtener todavía respuesta. "No lo puedo soportar. Sufro, desde la instalación del reloj, taquicardias y arritmias. En mi interior retumban las 736 campanadas diarias", añade lacónicamente.

Sin embargo, los vecinos que habitan los pisos más altos del número 2 de la calle de la Cruz del Carnero apenas oyen las campanadas. "Será un fenómeno físico, pero aquí ni se siente" aseguran.

Por ello, la asociación vecinal, apoyada por el párroco, Jesús Copa, ha organizado un referéndum para el próximo domingo en la plaza Mayor de Vicálvaro La pregunta será sencilla: "¿Está usted de acuerdo con el actual funcionamiento del reloj?". No se pedirá el carné de identidad a los votantes, porque "es muy raro que pase por' aquí alguien que no sea del barrio un domingo por la mañana", dice el presidente de la asociación, Valentín González.

Los organizadores se han comprometido a acatar el resultado que emane de la votación. El martes, este periódico hizo un pequeño sondeo entre los vecinos. Por abrumadora mayoría se definieron por el mantenimiento del sonido. "En todo caso", decía Magdalena, una vecina que es además relojera, "aunque bajen un poquito su sonido, tampoco pasaría nada".

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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