Crítica:CLÁSICA

Sonidos del norte

La música del norte de Europa sonó, y muy bien, en el Auditorio Nacional para los asiduos de la Asociación Filarmónica de Madrid. Actuó la Orquesta Sinfónica de Trondheim cuyo director, Ole Kristian Rudd, es joven y posee gran talento, con rectos criterios musicales y una aguda sensibilidad para la belleza.Comenzó el programa con las Tonadas de Hardanger, de Geirr Tveitt (1908-1981). De Hardanger procede el violín típico de la música noruega (cuatro cuerdas de tripa y otras tantas, de afinación variable, que resuenan por simpatía). Desde que escuché este instrumento en la casa de Grieg ...

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La música del norte de Europa sonó, y muy bien, en el Auditorio Nacional para los asiduos de la Asociación Filarmónica de Madrid. Actuó la Orquesta Sinfónica de Trondheim cuyo director, Ole Kristian Rudd, es joven y posee gran talento, con rectos criterios musicales y una aguda sensibilidad para la belleza.Comenzó el programa con las Tonadas de Hardanger, de Geirr Tveitt (1908-1981). De Hardanger procede el violín típico de la música noruega (cuatro cuerdas de tripa y otras tantas, de afinación variable, que resuenan por simpatía). Desde que escuché este instrumento en la casa de Grieg creo que entiendo mejor una larga parcela de la música noruega, incluida la de Grieg y la de Tveitt, cuya intención en sus Tonadas resulta análoga a la de Guridi en sus Melodías vascas.

Asociación Filarmónica de Madrid

Orquesta Sinfónica de Trondheim.Director O. K. Rudd. Solista R. Stene, mezzosoprano. Obras de Tveitt, Grieg Nielsen. Auditorio Nacional, Madrid, 3 de noviembre

Luego, ese gran olvidado de hoy que antaño despertó tanta pasión: Edward Grieg. Sus lieder con orquesta -excelentemente cantados por la mezzo Randi Stene, de voz tensa e igual en todas las tesituras y expresión incisiva y noble- demostraron la injusticia de tal olvido. Música intensa en la que se mezclan contemplación e intimidad, fue acogida con largas ovaciones.

Se preguntaba Tomás Marco en su Historia de la música del siglo XX (1978) el por qué de la inferior atención de que gozan las sinfonías del danés Carl Nielsen (1865-1931), frente a las del finlandés Sibelius para aventurar la explicación de que Nielsen es, sustantiva y linguísticamente, más moderno. Es cierto y quedó claro en la magnífica Sinfonía número 5, un combate entre las fuerzas humanísticas que se alzan expresivas y cantábiles y la violencia de la guerra defendida por el ritmo insistente de la percusión. La versión de los músicos noruegos alcanzó los más altos niveles y las ovaciones se prolongaron hasta hacerse imprescindibles un par de propinas de Grieg.

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