El Estudiantes fue menos torpe que el Natwest

Estudiantes y Banco NatWest disputaron un partido tosco, sin concesiones, con las estrellas apagadas y los fajadores convertidos en líderes. Uno de esos encuentros donde cualquiera puede ganar y los dos merecen perder. Venció el primero sólo porque fue menos torpe, y supo escarbar en sus miserias hasta encontrar algo de lucidez.Los dos equipos, enfrascados en una lucha inicial fratricida, parecían capaces de ahogarse entre sí antes del pitido final. Pero ni siquiera corrió la sangre. Sólo el agua, por tres generosas goteras del techo del flamante Palacio de Deportes de la Comunidad. Con el parqué convertido en una piscina, Estudiantes no supo cómo llevar el partido a su terreno, y cuando quiso rectificar era demasiado tarde. El NatWest se había atrincherado en una zona recia, y estaba dispuesto a capear una granizada que no llegó jamás. Herreros y Hopson, los únicos que escapaban de la mediocridad, fueron rápidamente reconducidos hacia la tristeza general con unos marcajes férreos.

Estudiantes nunca jugó cómodo. Seguramente porque los bases madrileños no tuvieron su noche. Fueron incapaces de sacar buenos contraataques y, lo que es peor, hicieron que la pelota circulase como si fuera un melón. Tal vez por primera vez en lo que va de Liga, Estudiantes echó de menos la visión y la creatividad de Nacho Azofra. La primera parte terminó con un generoso 41-38 en el marcador. Con los tiradores disfrutando del largo fin de semana, (cinco triples de 29 intentos), la sombra de la canasta se convirtió en el cuadrilátero de un combate de pressing-catch para dos parejas: Orenga y Sanders contra Jovanovic y Turner.

Triunfo del Madrid

El Real Madrid ganó por 81-93 en la cancha del Pamesa Valencia en un partido en el que el conjunto madridista decantó la victoria a su favor gracias al fuerte inicio de la segunda parte que le sirvió para abrir una brecha importante en el marcador.