Pinto Fontán sigue sembrando deudas
El hombre de Nuevo Versalles promueve una urbanización en Aravaca que La Caixa ha dejado de financiar
El promotor de Nuevo Versalles, José Luis Pinto Fontán -que ahora usa como apellido Gómez-Pinto- ha dejado otro reguero (le deudas en Aravaca (barrio residencial al norte de Madrid). Allí, la urbanización Las Terrazas -220 viviendas de lujo con squash, piscinas, saunas, gimnasios y salas de reuniones- está a medio terminar. Los proveedores se han cobrado las deudas en especie -con pisos- y los inquilinos están hartos de reclamar. La Caixa, una de las dos entidades que financiaban el proyecto, dejó de poner dinero hace ya año y medio. Ayer, otros dos esqueletos de edificios de Nuevo Versalles levantados en 1978 por Pinto eran demolidos para seguir arrasando aquella urbanización que sólo dejó deudas, irregularidades y un paisaje desolador.
La empresa que promovió la urbanización Las Terrazas en 1989 es Aravaca-Somosaguas, SA. En ella no figuran oficialmente ni José Luis Pinto Fontán ni José Luis Gómez-Pinto, pero sí los colaboradores habituales de este promotor, bien conocido en el sur metropolitano de Madrid (véase EL PAÍS del domingo). En Aravaca-Somosaguas, SA, están Carlos García Yanes, Do lores Navas Vargas, Celso Pastor Gaitero y José Manuel O'Connor de la Oliva. Todos ellos, vinculados a las empresas anteriores de José Luis Pinto, que dejó un reguero de deudas de 1.000 millones de entonces, se gún calculan algunas fuentes (unos 4.000 millones de ahora). José Luis Gómez (el nuevo nombre de Pinto Fontán) es el que ahora negocia, a través de diversas empresas, los créditos y financiaciones bancarias para las promociones inmobiliarias de sus empresas. Para la de Aravaca logró que La Caixa financiara las obras con 2.800 millones. Una fuente de esta entidad bancaria aseguró ayer que hace más de un año que dejó de aportar fondos para la obra.Igualmente, en Cajamadrid confirmaron ayer haber financiado una parte de la obra -sobre todo, los edificios de oficinas colindantes Líder XXI. Otra fuente informante aseguraba que Cajamadrid ha llegado a poner más de 3.000 millones de pesetas en esta promoción, pero en la entidad madrileña no pudieron precisar este dato ayer por la tarde, aunque sí que se trataba de "una cifra importante".
Responsabilidades civiles
A raíz de la investigación publicada por EL PAÍS el pasado domingo, pequeños proveedores han dado a conocer a este periódico sus cuentas pendientes con Pinto Fontán, aunque algunos desconocían que tras la empresa morosa de cada caso estaba el hombre de Nuevo Versalles. En aquel informe, EL PAÍS relacionaba a Pinto Fontán con empresas como Aravaca-Somosaguas, New Techno, Soprol e Industrias de Boadilla, entre otras. Pinto Fontán, telefoneado por EL PAÍS en reiteradas oca siones desde hace cinco días, no atiendea las llamadas, aunque su secretaría asegura que el "señor Gómez" tiene el recado. Pinto Fontán nació hace 54 años en Baza (Granada), vive en un chalé de Somosaguas y no tiene causas pendientes en la justicia. Hubo querellas contra él en Fuenlabrada, pero la Audiencia Provincial dictaminó que los supuestos delitos no eran de índole penal, sino civil. Todo parece indicar que ninguno de sus acreedores emprendió acciones civiles contra el promotor. "Pero si alguien lo hubiera hecho entonces", comentaba ayer un experto jurista, "sus responsabilidades civiles ya habrían prescrito".
Los vecinos de Las Terrazas, en la avenida de Europa, 32, de Aravaca, sufren ahora las consecuencias de unas obras que no se terminan (llevan una media de año y medio de retraso) y que han encontrado problemas de financiación.
Aravaca-Somosaguas, SA, dejó de pagar a sus proveedores hace año y medio. Dos de ellos, localizados ayer por EL PAÍS, corroboraron este extremo. Uno se quedó sin recibir "unos 90 millones de pesetas", que se cobró quedándose con oficinas en la misma urbanización, y otro está negociando la deuda de 38 millones, también mediante la entrega de inmuebles.
Entre los pocos inquilinos que viven -o que al menos figuran- en estos blancos edificios de privilegiadas vistas figuran una de las hijas del propio José Luis Gómez-Pinto (antes Pinto Fontán) y uno de sus más estrechos colaboradores, Anastasio Losada, quien figura en muchas de las empresas de Gómez-Pinto y que ha registrado los pisos a nombre de Espedu, SL.
Los vecinos que residen ahora en Las Terrazas -en las 97 viviendas terminadas- viven en mansiones de buenos materiales, pero están rodeados de obras, grúas y agujeros que debían ser ya una pista de squash o un gimnasio. Los prometidos equipamientos de lujo no llegan nunca, y las casas, recién estrenadas, tienen goteras.
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