GENTE

Yeltsin, en una hamburguesería

Boris Yeltsin parece compartir con Bill Clinton el entusiasmo por las hamburguesas, o al menos así pareció demostrarlo ayer en su visita al segundo restaurante que la cadena McDonald's acaba de abrir en Moscú, acompañado por las cámaras de televisión. El presidente ruso sonrió y bromeó con los demás clientes y hasta emitió su dictamen culinario: "A la hamburguesa le falta un poco de sal". Yeltsin saludó a la dirección y a los empleados del establecimiento, les animó en su tarea y, como despedida, añadió: "Trabajad duro". Sin embargo, afirmó que no le daría dinero a su nieto, de 10 a...

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Boris Yeltsin parece compartir con Bill Clinton el entusiasmo por las hamburguesas, o al menos así pareció demostrarlo ayer en su visita al segundo restaurante que la cadena McDonald's acaba de abrir en Moscú, acompañado por las cámaras de televisión. El presidente ruso sonrió y bromeó con los demás clientes y hasta emitió su dictamen culinario: "A la hamburguesa le falta un poco de sal". Yeltsin saludó a la dirección y a los empleados del establecimiento, les animó en su tarea y, como despedida, añadió: "Trabajad duro". Sin embargo, afirmó que no le daría dinero a su nieto, de 10 años, para que lo gastara en hamburguesas. "Él y sus compañeros lavan coches en la calle, y con lo que sacan se van al McDonald's, pero prefieren los helados a las hamburguesas". En la foto, Yeltsin coge un cartucho de patatas para acompañar su hamburguesa.-

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