El Rey insta a Turquía a mejorar la situación de los derechos humanos

El Rey se mojó. Con cautela, para no herir susceptibilidades, instó ayer por la noche a Turquía a mejorar su democracia, sobre todo en materia de derechos humanos. El resto del discurso que pronunció don Juan Carlos en la cena de gala que le ofreció el presidente turco, Suleimán Demirel, fueron alabanzas a la prudencia del único país musulmán de Europa ante la agresión que padecen los eslavos islamizados de Bosnia y por su ejemplo de moderación ante las repúblicas asiáticas y del Cáucaso.

A media tarde los Reyes de España iniciaron la primera visita de un monarca español a Turquía, a la...

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El Rey se mojó. Con cautela, para no herir susceptibilidades, instó ayer por la noche a Turquía a mejorar su democracia, sobre todo en materia de derechos humanos. El resto del discurso que pronunció don Juan Carlos en la cena de gala que le ofreció el presidente turco, Suleimán Demirel, fueron alabanzas a la prudencia del único país musulmán de Europa ante la agresión que padecen los eslavos islamizados de Bosnia y por su ejemplo de moderación ante las repúblicas asiáticas y del Cáucaso.

A media tarde los Reyes de España iniciaron la primera visita de un monarca español a Turquía, a la que se sumó el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, procedente de Nueva York.. Fue también la primera vez que el nuevo presidente turco, Suleimán Demiriel, acogió a un jefe de Estado extranjero desde que fue elegido hace nueve días en sustitución de Turgut Ozal, fallecido repentinamente. Hasta entonces era primer ministro.Solana llegó a Ankara con un regalo que el Rey y su séquito esperaban con ansia. Dos vídeos con la grabación del debate en televisión de Felipe González y José María Aznar que don Juan Carlos tenía la intención de ver ayer por la noche en la suite de su hotel. El ministro español tiene sólo previsto estar 24 horas en Ankara. No acompañará a los Reyes a Estambul porque se incorporará a la campaña electoral. Reconocida por la Comunidad Europea (CE) como una democracia, Turquía tiene, sin embargo, un doble lastre: las frecuentes violaciones de los derechos humanos y su negativa a reconocer los derechos de la minoría kurda. En la tarea de mejora democrática, afirmó el Rey, "contaréis con nuestro decidido apoyo, en el esfuerzo que estáis realizando, que permitirá también cortar las raíces de la violencia y el terrorismo". "Afrontamos constantemente el reto de profundizar en nuestra vida democrática, en el uso de las libertades y en la consolidación y mejora del disfrute de los derechos humanos ( ... ) sin ninguna discriminación por razones de origen étnico, de pertenencias culturales o de adscripciones religiosas", añadió haciendo una muy velada alusión a la minoría kurda.

El resto del brindis fueron elogios y la promesa del apoyo de España a "la voluntad de Turquía de integrarse plenamente" en la CE.

Tras solicitar que "la amiga y aliada España conceda el apoyo oportuno" a Turquía para ingresar en la CE, Demiriel evocó "la tragedia humana" que vive Bosnia. Puso énfasis en la necesidad de "conseguir la independencia, soberanía e integridad territorial" de aquella república, poblada en su mayoría por musulmanes pero controlada en más de un 70% por los serbios.

Otro conflicto en sus fronteras preocupa a los responsables turcos, el que enfrenta a Armenia con Azerbaiyan. "Turquía", dijo, "desea que la comunidad internacional pare, lo antes posible, estos graves acontecimientos".

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