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46º FESTIVAL DE CANNES

"No hay ideas en el mundo, sólo variaciones", dice Jane Campion

La directora evoca a las hermanas Brontë en su película 'El piano'

Jane Campion, directora de cine neozelandesa, ha confirmado su gran talento: después de Sweetie (1989) y Un ángel en mi mesa (1990), volvió a las grandes pantallas con El piano, que acaba de ser premiada ex-aequo con la película china Adiós a mi concubina, de Chen Kaige, con la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes, según el palmares anunciado el lunes por la tarde. "No creo que haya muchas ideas en el mundo, sólo muchas variaciones", dice la directora sobre la historia de un apasionado triángulo amoroso.

Su heroína, Ada, interpretada por Holly Hunter, premio a la mejor actriz, una preciosa mujer muda que no puede expresarse de otra manera sino tocando el piano, desembarca con su hija Flora en las tierras neozelandesas, donde la espera el hombre con la que la casó su padre. Allí empieza la aventura con un mando y un amante de una mujer victoriana llena de coraje, cuyo destino nos recuerda el destino de las heroínas de Emily Brontë."No era una idea muy original", dice Jane Campion. "Adoro los libros de las hermanas Brontë y de allí surgió la idea de situarlas en Nueva Zelanda". La cineasta descubrió la obra de las hermanas Brontë durante la adolescencia, "como todo el mundo", dice. "Las hermanas Brontë, pero igualmente George Eliot, Jane Austen y las demás escritoras", añade, "habían escrito y crecido en unas circunstancias extremadamente difíciles. Para ellas no había mucha esperanza ni muchas posibilidades de elegir sobre si les hubiera gustado publicar su obra o descubrir su feminidad. Su vida y sus romances han sido trágicos..."

¿Se siente, próxima a ellas? ¿Siente que tiene mucho en común? "Para nada", dice Jane Campion. "Adoro la vida en sociedad, me encanta ir de copas de un bar al otro, pero me fascinan los rasgos de estas mujeres tan excepcionales. Me digo muchas veces a mí misma que me parezco a ellas por ser una artista seria".

La directora neozelandesa explica que la gestación de su película fue muy lenta, porque. empezó a escribir el guión en 1984. "Luego, de 1985 a 1990 trabajé en mis películas anteriores, Sweetie y Un ángel en mi mesa", dice, "aunque en ningún momento dejé de pensar en mi historia gótica. Por esta razón, la realización de la película ha sido relativamente rápida, porque ya tenía todo más que meditado en mi cabeza".

En la película, el personaje del marido es poco romántico. Campion explica que "es el arquetipo del hombre civilizado. La civilización le ha quitado las emociones. Los sentimientos le asustan y por eso quiere controlar el mundo. Pero es el perdedor porque la vida es exigente y él no lo sabe. Él es incapaz de sentir lo irracional. Para él, las cosas deben estar en su sitio: un marido debe amar a su esposa y a la inversa. ¡Pobre! Eligió a una mujer que no estaba hecha a su medida".

Frente al marido, la figura del amante está representada por el actor Harvey Keitel. "Me pareció idóneo para el arquetipo de un hombre primitivo, casi un animal. Un tipo poco civilizado pero con sentimientos y delicadeza", dice Campion.

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