Aranzadi acusa a la Comisión de discriminar a la industria española

"Utilizan un microscopio para mirar la reestructuración española y unos prismáticos para las otras". El ministro de Industria, Claudio Aranzadi, utilizó ayer esta frase para acusar a la Comisión Europea de discriminar la siderurgia española, que ha solicitado la aprobación de un plan de ayudas públicas de 550.000 millones de pesetas.Con los 550.000 millones se trata de llevar a cabo una reconversión que implica eliminar casi 10.000 puestos de trabajo y reducir la capacidad de producción en unos cinco millones de toneladas entre acero bruto y productos laminados. El Consejo de Ministros de Industria de los Doce no avanzó ni un ápice en la resolución de la reconversión de la siderurgia europea y aplazó sus decisiones hasta julio.

El comisario de la Competencia, Karel Van Miert, en cambio, considera que está tratando con igual dureza a todas las siderurgias nacionales en crisis. Ayer pidió a la italiana Ilva que reduzca su capacidad de producción en tres millones de toneladas si desea que la Comisión apruebe los 4.000 millones de ecus (560.000 millones de pesetas) en ayudas públicas solicitadas.

El comisario rechazó el 28 de abril las ayudas a la alemana Eko-Stahl: 997 millones de ecus (140.000 millones de pesetas), con una reducción de capacidad de medio millón de toneladas, y poco después de llegar a su nueva responsabilidad, en enero, a la Corporación de la Siderurgia Integral española (fusión de Altos Hornos de Vizcaya y Ensidesa). En todos los casos exige que las ayudas públicas vayan acompañadas de reducciones drásticas de la capacidad productiva.

Crisis profunda

Las peticiones de permiso para las ayudas públicas se producen en el marco de una profundísima crisis de todo el sector en Europa, que ha sido evaluada en unos excedentes de mano de obra de 50.000 a 60.000 puestos de trabajo y en unos 50 millones de toneladas de exceso de capacidad productiva, entre acero en bruto y productos planos.

Los industriales del sector han solicitado la creación de una línea de crédito de 1.000 millones ecus (144.000 millones de pesetas) para financiar su plan de reconversión. España ha dado a conocer sus reservas, al igual que ha manifestado su oposición a la utilización de los fondos estructurales para paliar los efectos sociales de las reducciones de plantilla.

Claudio Aranzadi asegura que la CSI asume, en su fase actual y sin ningún recorte, el 30% del recorte en la producción y el 50% en las plantillas de personal admitidos por la CE para el conjunto de la siderurgia europea, cuando representa únicamente el 7% del conjunto.