El PSC, dispuesto a mantener su apoyo a Sala aunque el PSOE le sancione
La posibilidad de que la cabeza de Josep Maria Sala, secretario de organización del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), esté entre las que rodarían en la ejecutiva del PSOE si Felipe González optase por la guillotina para tratar de tomar la iniciativa política en el caso Filesa, tiene en vilo a los socialistas catalanes. Éstos comparten una convicción granítica de que Sala saldrá indemne de este lance.Pero si finalmente esto no fuese así y fuese destituido de la ejecutiva del PSOE, la dirección del PSC se enfrentaría a una grave disyuntiva: o llevar la decisión de González hasta el final y apartarle también de la ejecutiva del partido catalán o, por el contrario, invocar la soberanía del PSC -que jurídicamente no es una federación del PSOE- y mantener a su secretario de organización. Llegado el caso, dirigentes del PSC parecen dispuestos a decantarse por esta última opción, aun a riesgo de colocar al partido en situación de rebeldía ante las medidas de González y de poner al vicepresidente, Narcís Serra, en una delicada situación.
Muestras de solidaridad
Desde que el informe pericial sobre el caso Filesa se hizo público, Sala ha recibido un aluvión de muestras de solidaridad de los dirigentes del PSC. Estas demostraciones se han acentuado después de las presiones de ministros y dirigentes renovadores sobre Felipe González para que la solución política al caso Filesa empiece con la decapitación de algunos dirigentes del PSOE con responsabilidades en las finanzas del partido.
En la dirección del PSC, la confianza en la integridad de Sala y en que éste quedará a salvo de cualquier medida que decida González es unánime. Tanto es así, que varios dirigentes catalanes apuestan a que el juez del caso Filesa, Marino Barbero, ni siquiera llegará a pedir el suplicatorio para procesarle. Fuentes del partido catalán conocedoras de este debate en la cúpula del PSOE aseguran con idéntico aplomo que "nadie en Madrid" cuestiona la actuación de Sala. Ni unos ni otros rompen lanza alguna por Carlos Navarro, también del PSC e implicado en el caso Filesa.
La confianza en la limpieza de Sala se basa en la convicción de que éste tuvo un papel meramente episódico en la empresa Time Export.
La dirección del PSC debería enfrentarse a una situación "muy delicada" si González decisiese sacrificar a Sala. ¿Cómo mantenerle en ese caso en la dirección del PSC sin que ello se interpretase como una rebelión contra la decisión de González, y surgida de un órgano en el que participa Serra? ¿Y cómo hacerlo sin dar argumentos a los adversarios políticos del PSC dentro del PSOE?
