Tribuna:

A medio gas

La inversión particular ha dejado en suspenso su participación en el mercado de valores, al menos en cuanto no se defina la orientación a corto plazo. La sesión de ayer fue una muestra de lo que pueden dar de sí las fuerzas del mercado y conviene sacar algunas conclusiones, ya que en general se impuso un suave recorte de las cotizaciones, fruto de la ausencia de compradores, y sólo al final los cuidadores consiguieron poner orden, expresión que debe entenderse como un simple desplazamiento de las tensiones hacia las sesiones siguientes, con la esperanza de que mientras tanto algo cambie en el ...

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La inversión particular ha dejado en suspenso su participación en el mercado de valores, al menos en cuanto no se defina la orientación a corto plazo. La sesión de ayer fue una muestra de lo que pueden dar de sí las fuerzas del mercado y conviene sacar algunas conclusiones, ya que en general se impuso un suave recorte de las cotizaciones, fruto de la ausencia de compradores, y sólo al final los cuidadores consiguieron poner orden, expresión que debe entenderse como un simple desplazamiento de las tensiones hacia las sesiones siguientes, con la esperanza de que mientras tanto algo cambie en el entorno económico.El volumen negociado apenas ha sobrepasado los 12.000 millones de pesetas efectivas y, una vez más, hay que señalar que la concentración es excesiva, con el 40% del total negociado en manos de cinco valores y cerca del 70% en 10.

Las tensiones de los mercados monetarios y de divisas, con algunas expectativas de subida de tipos en la subasta de certificados del Banco de España, son el trasfondo de una Bolsa inquieta y completamente llena de dudas que empieza a dar por concluida la orientación alcista iniciada en octubre pasado. El índice general perdió un 0,37%, 87 centésimas, mientras que el Ibex 35 bajaba un 0,44%.

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