Tribuna:

Malos vientos

Las dudas de los inversores se han disipado ante el último dato económico conocido, la encuesta de población activa, que indica que ya se ha llegado al 20% en el número de parados. La situación económica interpretada a través de esta magnitud aparece mucho peor que lo que las previsiones más pesimistas indicaban para este periodo, lo cual ha provocado una rápida salida de la inversión y la consiguiente caída del índice.La velocidad con que el papel apareció en el mercado de valores también tuvo otra causa, la fuerta caída que esos momentos estaba registrado Wall Street y que terminó por conven...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las dudas de los inversores se han disipado ante el último dato económico conocido, la encuesta de población activa, que indica que ya se ha llegado al 20% en el número de parados. La situación económica interpretada a través de esta magnitud aparece mucho peor que lo que las previsiones más pesimistas indicaban para este periodo, lo cual ha provocado una rápida salida de la inversión y la consiguiente caída del índice.La velocidad con que el papel apareció en el mercado de valores también tuvo otra causa, la fuerta caída que esos momentos estaba registrado Wall Street y que terminó por convencer a los más remisos. La situación del mercado se ha vuelto más complicada su cabe, pues con esta caída el índice está a punto de romper la directriz alcista de corto plazo, lo que daría paso a una correción a la baja de insospechadas consecuencias.

El volumen negociado en esta jornada ha superado los 15.000 millones de pesetas, una cantidad no muy elevada y de la que una buena parte se generó en la última hora de mercado, ante la vertiginosa actividad provocada por los nervios.

El índice general llegó a perder hasta un 1,73%, aunque al cierre la caída fue de sólo el 1,37%, 3,25 puntos, mientras que el Ibex 35 cedió un 1,42%.

Archivado En