Los Cowboys cabalgan de nuevo

Cuatro años después de tocar fondo, con una victoria en 16 jornadas, el Dallas Cowboys, se encuentra solo en la cima, el campeón indiscutible del fútbol americano profesional. Su victoria frente al Baffalo Bills el domingo en el Super Bowl XXVII por 52-17 representa el momento culminante de una reconstrucción acelerada y gloriosa. El quaterback de los Dallas, Troy Aikman, autor de cuatro lanzamientos de touchdown, fue seleccionado como el jugador más valioso, pero los 98.374 espectadores fueron testigos de un esfuerzo colectivo y arrollador. La defensa de Dallas sumó nueves cortes de balón, un récord en la final. Buffalo sumó su tercera derrota consecutiva en el Super Bowl.

Los Cowboys fueron uno de los clubes insignia de la NFL, la Liga profesional de fútbol americano, durante los años 70, con cinco participaciones en la Super Bowl y dos títulos. Era el equipo de América. La imagen de los Cowboys vendía como ninguna otra en el deporte americano. El mito parecía indestructible, pero a comienzos de los años 80, el equipo de Texas se derrumbó. Su retorno al podio seguramente marca el inicio de una nueva época en el deporte. Es el equipo más joven de la Liga, con una edad media de 26 años. A¡kman por sí solo fue absolutamente sensacional, casi un modelo de perfección al completar 22 de 30 lanzamientos y sumar 273 yardas aéreas.Sin embargo A¡kman no fue el único protagonista, Emmitt Smith, el mejor corredor de la NFL durante las últimas dos temporadas, consiguió 108 yardas en 22 recorridos y marcó un touchdown. El ala Michael Irvin remató a los Bills con dos recepciones de touchdown en cuestión de ocho segundos, justo antes del descanso, dos goles que pusieron a Dallas al frente del marcador por 28 a 10.

Buffalo, bajo la dirección de Jim Kelly, comenzó el partido como el esquema ofensivo que le ha convertido en una gran potencia de la Liga, pero fue Dallas quien hizo bailar el marcador con un ataque explosivo y mortal. Los Cowboys marcaron dos touchdown en cuestión de 15 segundos al final del primer tiempo y volvieron a hacerlo con los dos de Irvin a final del segundo tiempo. Sentenciaron el partido de una vez por todas en el cuarto tiempo con otros dos touchdown en cuestión de 41 segundos.

El triunfo de Dallas fue el noveno consecutivo por parte del campeón de la Conferencia Nacional y el tercero por un equipo de la división del Este de esa misma conferencia. Esta supremacía, clara y amplia, con medias de 39 puntos a favor y 16 en contra, se debe en parte al nivel de fútbol que se practica, un fútbol básico y agresivo donde predomina el juego defensivo y violento.

Ha bastado para cambiar el deporte y dejarle la aureola de perdedores a varios grandes equipos, además de los Bills. El pobre Kelly, quien tendrá que vivir con la fama de haber palmado durante tres años consecutivos, no duró mucho tiempo en el campo de juego. Volvió a lesionarse la rodilla derecha en el segundo tiempo tras un terrible encontronazo con. Ken Norton, el hijo del ex campeón mundial de los pesos pesados, y tuvo que abandonar el partido con un rendimiento bastante discreto, dos intercepciones de balón y otro error de balón. Su sustituto, Frank Reich, autor de la recuperación más grande en la historia del fútbol, cuando superó un parcial de 3-35 para vencer al Houston Oilers en el primer partido de la eliminatoria, también se quedó sin gas. En resumen, fue la tarde más humillante en la vida de estos 45 jugadores.

"Ni siquiera intenté hablar con ellos después del partido", declaró el entrenador Mark Levy. "Les dije: 'ustedes no querrán oir un sermón de parte mía. Estamos todos doloridos y ninguna palabra hará desaparecer la agonía'". Kelly afirmó que esta derrota le dolía más que las dos primeras. Incluso la de hace dos años, cuando los Bills cayeron frente al New York Giants por 20-19 en el último segundo. "No es un buen día, sabemos que somos mejor equipo de lo que demostramos", declaró Kelly.

Este es el legado del fútbol americano, el que finaliza segundo nunca se recuerda como ganador. Posiblemente sea el comienzo de una gran reconstrucción en Buffalo. "Esta derrota es algo que tendremos que recordar hoy, mañana, la temporada próxima y durante el resto de nuestras vidas", declaró el defensa Bruce Smith.

El año de Arkansas

Primero el presidente Bill Clinton, ahora Jerry Jones y Jimmy Johnson. Jones dueño de los Cowboys, y Johnson, el entrenador son también del estado de Arkansas, dos hombres trabajadores y ambiciosos que han alcanzado su sueño. Jones compró el club hace cuatro años por 140 millones de dólares y barrió a toda la gerencia, entre ellos el mítico entrenador Tom Landry, que había sido el único director técnico en la historia del club. Jones y Johnson se convirtieron en una pareja inseparable, trabajando día y noche para reconstruir su propio equipo y pese a las fuertes críticas que sufrieron el primer años -una victoria frente a 15 derrotas- nunca se desviaron de su trayectoria.Para llegar a la Super Bowl realizaron 46 traspasos de jugadores, se reclutaron 54 figuras universitarias en el draft y ficharon 29 jugadores libres. Jones dijo que los últimos cuatro años han sido los más duros de su vida, pero ahora el día después del Super Bowl se encuentra solo en la cima y ese sentimiento de alegría no tiene comparación en el deporte americano.