El lento giro hacia las vías políticas
Las detenciones de los máximos dirigentes de ETA y las 60 horas de conversaciones mantenidas con el PNV en el verano pasado, han motivado un debate en HB sobre la necesidad de una tregua de ETA y las relaciones de ésta con su propio partido político.Hasta hace unos meses, todo lo que se conocía sobre la estructura de la izquierda abertzale situaba al grupo terrorista como la cabeza. directora, política y militar, del complejo estructurado en torno a ETA, KAS, Herri Batasuna y otros grupos de apoyo. Desde hace 10 meses -con la disolución del partido HASI- cobró mayor importancia el llamado bloque KAS, concebido como una estructura semiclandestina en la que participa ETA, pero también antiguos militantes de HASI y cuadros de los movimientos sindical (LAB), popular (ASK), juvenil (Jarra¡) y de la mujer (Egizan), entre otros. El complicado edificio organizativo estaba previsto para que KAS "dinamizara" a la estructura legal, que es el partido Herri Batasuna.
Sin embargo, en los últimos meses han surgido silenciosas operaciones en HB, proclives a desligarse más de ETA. Los movimientos comenzaron con la iniciativa del histórico Antxon Etxebeste, quien planteó, tras la detención de la cúpula de ETA en Francia, la necesidad de no fracasar en la lucha política después de haber perdido "la batalla militar". Fuentes de HB, ajenas a KAS, niegan que este bloque domine manu militari a Herri Batasuna y que haya impuesto siempre sus criterios.
Según una información publicada por Cambio 16 en su último número, actualmente hay tres históricos de HB -Jokin Gorostidi, Iñaki Aldekoa y Gorka Martínez, todos ex miembros de la Mesa Nacional- dedicados a reconstruir las bases de ETA. Esta hipótesis, efectivamente, ha sido investigada por los servicios contraterroristas, por orden directa de la Seguridad del Estado. La investigación, abierta muchos meses atrás, ha resultado negativa en uno de los casos y no ha proporcionado conclusiones, de momento, respecto a los otros dos.
