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Negociador 'florentino'

La historia de la cohesión había empezado un año antes de la cumbre, en Roma, el mismo día que se inauguraron las conferencias intergubernamentales para la unión política y monetaria. "¿Y de aquí qué saca España?", preguntó en voz alta Javier Elorza, entonces representante permanente adjunto en Bruselas. "Javier siempre está con el dinero a vueltas", respondió Pedro Solbes. "Pero el dinero es lo que cuenta", replicó Francisco Fernández Ordóñez, siempre al quite.De aquella pregunta nació un grupo de trabajo, con gente de Economía, de la Secretaría de Estado para La CE y Luis Ángel Rojo, del Banco de España. En marzo se presentó un primer documento a la CE, que fue muy bien recibido. Se trataba de la filosofía de la cohesión. Elorza, de 46 años, una especie de tanque de la diplomacia que ha cambiado las maneras por la contundencia de los argumentos, fue nombrado mensajero de la cohesión. El ministro Fernández Ordóñez, en una reunión con los países de la EFTA, amenazó con ironía: "Si no quieren ceder, les mando a Elorza el florentino". En cada una de las negociaciones para la unión política fue el encargado de mantener pisado a fondo el pedal de la presión.

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Secretos de la cumbre de Maastricht

En la madrugada del miércoles 10 de enero, cuando la cumbre acababa de terminar con acuerdo, el embajador Piet Nieman, representante permanente de Holanda ante la Comunidad, comentó mientras tomaba una copa: "Las administraciones más serias son la británica y la española". Un diplomático español comentó por lo bajo: "¿Para qué sacarle del error y explicarle que lo de los británicos, de acuerdo, pero lo nuestro es sólo cabezonería?".

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