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Ingreso en el club por mayoría cualificada

F. M., La decisión sobre qué países de la CE están capacitados para formar parte de la unión monetaria y dotarse de una moneda única será tomada por mayoría cualificada de dos tercios, según el último proyecto de contenido y funcionamiento de la segunda fase y acceso a la tercera elaborado por la presidencia holandesa. No se podrá obligar a nadie a ingresar y harán falta al menos seis países de los Doce para que la unión económica y monetaria sea un hecho. La Europa monetaria nacerá con dos velocidades. El problema para los descolgados es que su acceso posterior se producirá sin su voto y sólo si los que están dentro están de acuerdo.

En lugar de un banco central europeo que comenzaría a funcionar, de forma parcial, el 1 de enero de 1994, Holanda propone para esta segunda fase de preparación crear un Instituto Monetario Europeo (IME). Este organismo es de concepción similar al Fondo Monetario Europeo propuesto por el Reino Unido cuando su intención era crear una moneda común, pero no única.

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La presidencia holandesa de la CE propone una unión monetaria a dos velocidades

El IME estará integrado por un presidente, un vicepresidente y los gobernadores de los bancos centrales de los Doce. Si prospera la propuesta asumirá las funciones del actual comité de gobernadores de bancos centrales y del Fondo Europeo de Cooperación Monetaria, organismos que serán disueltos.

Entre sus tareas destacará la promoción y el desarrollo del uso del ecu, la cooperación entre los bancos centrales de los países miembros, la coordinación de las políticas monetarias y el buen funcionamiento del SME. A este mecanismo estable de tipos de cambio deberán integrarse el escudo portugués y el dracma griego.

La segunda fase de la unión monetaria comenzará el 1 de enero de 1994, pero el paso a la tercera nadie sabe cuanto se tardará en hacerlo, por mucho que los Doce se hayan compremetido a estudiar este tema antes del 31 de diciembre de 1996.

El proyecto de unión económica y monetarla tiene que estar acordado antes de que finalice el año, tal como aprobaron los Doce en la cumbre de Luxemburgo en junio. A falta de menos de cuatro meses, el grueso del debate está por hacer y si en la unión política la CE no logra salir de la confusión en la unión monetaria parece decidida a ganar tiempo.

Durante la segunda fase se deberá llevar a cabo el ajuste y la convergencia de las economías de los Doce y sancionar por ley la independencia de aquellos bancos centrales que, como el Banco de España, todavía están subordinados a los Gobiernos. Deberán reducirse los márgenes de fluctuación entre las monedas de la CE y el ecu tendrá una composición fija y no podrá ser devaluado respecto a cualquiera de las monedas comunitarias.

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