Buen inicio español en la etapa prólogo
Thierry Marie es el rey de las distancias cortas, del esfuerzo explosivo derrochado en poco más de cinco kilómetros. Y como tal rey se invistió ayer con el primer maillot amarillo del Tour por tercera vez en su carrera. El prólogo del Tour apuntó muy leves detalles, nada significativos, simples aperitivos para abrir boca. Los españoles estuvieron desacostumbradamente bien, con Mauri e Induráin, la nueva generación, separados por un segundo y entre los diez primeros. Incluso Delgado aprobó, al llegar un segundo antes que Bugno, aunque a 14 segundos de LeMond y a 15 de Breukink, los favoritos que mejor empezaron.
Marie será un líder efímero según todos los pronósticos, pero tiene derecho a disfrutar de las 24 horas de amarillo que le corresponden al mejor especialista en prólogos. Hasta cinco ha ganado en la presente temporada. Marie hizo bueno el nuevo prototipo de bicicleta, el llamado modelo Malta, que había dejado en entredicho unos minutos antes su colega Fignon, quien realizó un tiempo discreto.Las miradas se vuelven hacia el holandés Breukink, segundo en el prólogo, con quien compitió denodadamente LeMond, un corredor al que no se le valora el coraje que es capaz de hacer aflorar cuando se encuentra en dificultades o acosado por la maledicencia. Entre ambos medió un segundo, distancia que parece ampliable con carácter inmediato dado que el PDM es superior al Z en la contrarreloj por equipos. Quien apueste por Breukink vestido hoy de amarillo puede que gane poco dinero.
ONCE y Banesto
Un rival inesperado del holandés va a ser, curiosamente, español: Melchor Mauri. Seis segundos les separan y 36 kilómetros de por medio. "¿Ve a Mauri de amarillo?", le preguntaron a Manuel Saiz, director del ONCE. "Ver, le veo", contestó. Saiz considera que el ONCE no corre ningún riesgo por intentar alcanzar el liderato en la segunda etapa. Todo lo contrario. Por otro lado, la actuación de Marino Lejarreta no fue brillante, pero su distanciamiento respecto a los notables es mínimo.
La jornada de los Banesto fue inusualmente esperanzadora porque no suele ser un equipo que empiece bien. A efectos locales, hizo un buen resultado: cuatro Banestos y cuatro ONCES entre los 62 primeros.
El primer susto lo dio Bernard que llegó a la meta con el mejor tiempo en su momento, lo que hizo correr despavoridos tras su sombra a los periodistas franceses. Debía escuchar Echávarri por entonces algunos murmullos de sorna, pero el morbo duró escasos minutos: Bernard perdió el amarillo en beneficio de otros colegas para ser rebasado a continuación por su compañero Induráin, un segundo más rápido. La situación se había restablecido: los jefes en su sitio y la prensa francesa buscando a Thierry Marie para llenar páginas. Finalmente, Delgado completó la terna con una actuación meritoria, dentro de sus posibilidades. Llegó a su hora para tomar la salida y acabó con buena cara; tranquilo, incluso, porque supo de inmediato que había superado al mismísimo Bugno en un segundo.
El resto de españoles anduvo a la deriva. El Seguros Amaya vivió una jornada negra (Pensec hizo un pésimo tiempo), que salvó a última hora el colombiano Fabio Parra, que obtuvo el mismo crono que Lejarreta y Fignon. El Clas nadó también en la desesperación.
