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Varios muertos y cientos de heridos en la revuelta integrista de Argel

Varios manifestantes y un policía resultaron muertos ayer en Argel durante los choques en el centro de la ciudad entre las fuerzas de seguridad y miles de militantes fundamentalistas, según declaró a los periodistas el ministro del Interior, Mohamed Salaj Mohamedi. Fuentes del Frente Islámico de Salvación (FIS) indicaron que los muertos son "cinco o seis". La policía utilizó por primera vez fuego real contra decenas de miles de fundamentalistas que clamaban por la creación inmediata de un Estado islámico, a tres semanas de las primeras elecciones libres en Argelia. Anoche, el FIS, cuyos seguidores iniciaron hace 10 días una huelga general indefinida, decidió suspender las manifestaciones "hasta nueva orden".

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En el choque más grave registrado en los últimos tres días de disturbios han muerto entre cinco y seis personas, según fuentes islámicas y testimonios de personas que presenciaron los enfrentamientos. Otras 800 personas fueron atendidas en los dos principales hospitales de Argel, aquejadas de problemas respiratorios por la inhalación de gases lacrimógenos y por heridas diversas, entre ellas de arma de fuego. También resultaron heridos de diversa gravedad cuatro policías. El ministro del Interior argelino, tras reconocer que se habían registrado varios muertos en los enfrentamientos, aseguró que la policía no había utilizado fuego real, sino proyectiles de goma.El griterío de los fundamentalistas era incesante. Se registraron incidentes en el puerto, en la plaza de los Mártires, en el centro de la ciudad, cerca del edificio de Correos, pero sobre todo en los alrededores de la plaza del Primero de Mayo.

Un edificio se encontraba en llamas y una densa humareda negra se mezclaba con la blanca de los gases lacrimógenos. Una y otra vez resonaban secos los disparos en distintos lugares de la ciudad. Era imposible llegar hasta el corazón de la plaza del Primero de Mayo, donde miles de integristas se concentraron desde primera hora de la mañana para escuchar al segundo hombre fuerte del Frente Islámico de Salvación, Alí Belhajs.

Los comercios cerraron sus puertas. El transporte era prácticamente inexistente. El centro de la ciudad quedó sin suministro eléctrico.

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El FIS desconvoca

Batalla campal en Argel entre policías e integristas

Por su parte, a última hora de la tarde los líderes integristas hicieron un llamamiento a sus seguidores para poner fin a las manifestaciones hasta nueva orden. Pocas horas antes habían amenazado con una marcha nacional en un claro desafío en la quinta jornada de la campaña de las elecciones legislativas.Los militantes del FIS habían insistido en no abandonarían su actitud mientras no se desconvocase la huelga general ilimitada convocada por sus imanes. Es decir, que no abandonarían las plazas de Argel en tanto Chadli Benyedid ocupe la presidencia de la República y no retire las nuevas leyes electorales aprobadas hace tres meses por el Parlamento.

Desde la Plaza de los Mártires han partido a diario las columnas de los militantes integristas en perfecta formación fascista. Blanden en una mano el Corán y en la otra la botella de vinagre con la que combatir el gas de las granadas lacrimógenas lanzadas por la policía.

Frente a frente, el Gobierno y los islamistas se han convertido en los dos principales protagonistas de esta singular campaña electoral argelina.

En la noche del lunes, mientras los integristas se disponían a dormir al raso, sobre sus alfombras, el Ministerio del Interior hacía pública una última nota de amenaza. "No permitiremos más alteraciones del orden público, ni las huelgas en la Administración ni las reagrupaciones callejeras". Pero el militante del FIS, inmerso en su microcosmos de la Plaza de los Mártires, no tenía conocimiento de la orden del Ministerio del Interior. Esa noche, como en las anteriores, se durmió soñando en Alá o en Abasi Madani. Es lo mismo.

Hacia las dos de la madrugada, hora local, las fuerzas de seguridad intentaron desalojar a los concentrados de la Plaza de los Mártires lanzando sobre ellos una lluvia de granadas de gases lacrimógenos. Los islamistas radicales han programado para las próximas horas la mayor demostración de fuerza de los últimos días. Aseguran que es la respuesta definitiva y la más contundente a los proyectos democráticos y electorales del presidente Chadli Benyedid. Abasi Madani, el número uno de la organización integrista, ha asegurado en las últimas horas que responderá al desafío con otro desafío.

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