Un periódico digital para 'bankables'

"El consumidor de prensa escrita no sabe lo que quiere. Sólo tiene conciencia, y así lo manifiesta, de que le gusta ser sorprendido". Gerd Schulte Hillen, presidente de Gruner + Jahr y vicepresidente del grupo Bertelsmann, arranca con esta afirmación para referirse "a la necesidad de que el editor se acomode a los nuevos medios y también a las nuevas necesidades de los consumidores de mensajes periodísticos".

"Habrá que utilizar", señala, "las telecomunicaciones -sobre todo, satélite y redes de fibra óptica- y las nuevas tecnologías digitales de búsqueda, transmisión y almacenarnien...

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"El consumidor de prensa escrita no sabe lo que quiere. Sólo tiene conciencia, y así lo manifiesta, de que le gusta ser sorprendido". Gerd Schulte Hillen, presidente de Gruner + Jahr y vicepresidente del grupo Bertelsmann, arranca con esta afirmación para referirse "a la necesidad de que el editor se acomode a los nuevos medios y también a las nuevas necesidades de los consumidores de mensajes periodísticos".

"Habrá que utilizar", señala, "las telecomunicaciones -sobre todo, satélite y redes de fibra óptica- y las nuevas tecnologías digitales de búsqueda, transmisión y almacenarniento de información para que la industria de la impresión pueda subsistir y para que la gente pueda seguir disfrutando de la lectura".

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Los editores no se atreven a aventurar la descripción de los contornos del modelo de periódico del año 2000, pero fialan que será un "periódico digital de contenidos variables para bankables". El bárbaro neologismo anglosajón bankable, acuñado por los hombres de negocios, se refiere a la condición que tienen determinadas personas con un poder adquisitivo y con una cultura suficiente como para que puedan relacionarse con los bancos (tener una cuenta o solicitar un crédito y poder pagarlo).

Información global

Lo malo para la prensa es que sólo existe en el mundo un 20% de bankables, según se puede leer en el estudio de Comprint La imprenta en la aldea global, y los futuros periódicos habrán de seguir teniendo como base esta minoría de posibles clientes. Aun así, el mercado será suculento, porque sólo en Europa, a partir de 1993, habrá 371 millones potenciales consumidores de información.Otra de las predicciones que hace Cornprint es que, en el año 2000, el 60% de la información que se registre en el mundo se hará de forma global; es decir, producida y servida desde grandes centros de decisión de empresas multimedia y multinacionales. Esta tendencia parece entrar en contradicción, al menos en apariencia, con la que señala que el uso de la información será individualizado y de contenidos variables a través de propios terminales interactivos y que tendrán como base el ordenador.

Los expertos aseguran, en relación con los contenidos, que los nuevos periódicos continuarán siendo soportes de la publicidad (en primer lugar), el entretenimiento (en segundo lugar) y la información o el conocimiento (en tercer lugar), pero que muy probablemente las actuales fronteras de estas tres fuerzas que mueven a los mass media se van a difuminar y confundir en la nueva sociedad, cada vez más orientada al ocio.

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